jueves, septiembre 14, 2006

Limpieza, Polución y Religión

¿Se han preguntado por qué el tema de la polución ha tomado tanta fuerza en el último tiempo?, o ¿por qué nos lavamos las manos antes de comer?, o ¿por qué nos duchamos en la mañana?, o ¿por qué nos cambiamos la ropa cuando tiene ésta tiene una mancha de tinta, a pesar que eso no cambia en nada su utilidad como vestimenta?

Pareciera, a primera vista, que las dos primeras preguntas tienen un tipo de respuesta y las dos segundas uno diferente: la polución nos preocupa porque el aire que respiramos, el agua que tomamos o el suelo que tocamos, si están contaminados, pueden provocar daño a nuestra salud; asimismo, nos lavamos las manos porque si están sucias y comemos nos podemos contaminar con los agentes patógenos con que ellas estuvieron en contacto; en cambio, nos duchamos, a pesar que el no hacerlo no nos provocará daño a nuestra salud, porque no nos gusta "estar sucios"; lo mismo ocurre con la mancha de tinta de la ropa, nos molesta su suciedad, aunque eso no afecte su uso como vestimenta.

¿A qué voy con todo esto? En El Mercurio del Martes 12 de Septiembre, hay un nota que se titula "Lavarse las manos también limpia la conciencia". En ella se dice que muchas religiones ocupan el agua para liberar simbólicamente a los creyentes de sus pecados, como el bautismo entre los cristianos o el lavado de pies de los musulmanes antes de rezar. También dice que el personaje lady Macbeth de Shakespeare esperaba liberarse de la culpa por la muerte del rey Duncan con unas gotas de agua. Pero además dice que eso es así porque dos científicos de un equipo de investigación de las Universidades de Toronto y Chicago publicaron en la revista "Science" experimentos que insinúan que las personas logran, por medio de la limpieza del cuerpo, una absolución moral, es decir, logran limpiar su conciencia.

En una entrada anterior de este blog menciono que, de acuerdo al libro de Pascal Boyer, las creencias religiosas, es decir las creencias en seres sobrenaturales, se fijan con facilidad en nuestra mente porque son ideas que gatillan mecanismos inferenciales para los que la mente está particularmente adaptada. Uno de esos mecanismos es la idea de limpieza, de quitar lo poluido, de evitar lo sucio, como los ejemplos que aprecen en el artículo de El Mercurio, y casi todas las religiones hacen uso de él.

Ahora podemos comenzar a ver la conexión de todas estas cosas. Los seres humanos tenemos una disposición conductual a mantenernos limpios, porque aprendimos evolucionariamente - es decir, los que así se comportaban tenían más éxito reproductivo que el resto, pues se enfermaban menos - que no hacerlo podía tener consecuencias nefastas en nuestra salud. Por eso nos preocupa la polución y nos lavamos las manos para comer. Pero como lo que aprendimos evolucionariamente es buscar lo limpio (y no a evitar enfermedades porque nuestros antepsados ni siquiera sabían qué era eso), nos gusta la limpieza aunque no estarlo no afecte directamente nuestra salud, como cuando nos duchamos a pesar de no estar especialmente sucios, o no nos gusta la mancha de tinta en la camisa, a pesar que esa camisa cumple el resto de las funciones de vestimenta sin complicaciones. (Algunos dirán que, en realidad, lo que nos pasa es que nos da verguüenza mostrar nuestra camisa sucia ante terceros, pero eso es así justamente por la misma razón, porque a la gente no le gusta la suciedad y nosotros no queremos que otros nos vean así).

Ahora bien, si tenemos esa disposición natural a preferir las cosas limpias a las sucias, y si la ciencia nos está diciendo que el lavarnos además nos da la sensación de limpiar nuestras conciencias, entonces resulta mucho más claro entender por qué Charles Boyer dice que entre las cinco características que hacen que las creencias religiosas se fijen a la mente con gran facilidad e infecten a otras con esa misma facilidad, está el utilizar la limpieza como elemento asociado a sus prácticas.

En otras palabras, como la limpieza está evolucionariamente relacionada con la limpieza moral, como lo muestra la revista Science - seguramente a través de su relación con la higiene y la salud - ello hace comprensible que sea un elemento utilizado, en forma inconciente, por casi todas las religiones. ¿Qué les parece?

23 comentarios:

Anónimo dijo...

Alvaro,

Voy a intentar contestar tus preguntas, de la manera más amable posible...

¿Se han preguntado por qué el tema de la polución ha tomado tanta fuerza en el último tiempo?

No; pero, si lo pienso un poco, las fábricas, las micros, etcetera... están indudablemente contaminando el ambiente... ¿hay más basura también?

o ¿por qué nos lavamos las manos antes de comer?

Porque mi mamá me daba unos coscachos más o menos si no me las lavaba; después, entendí que mi viejita tenía razón...

o ¿por qué nos duchamos en la mañana?

Te la contesto con otra pregunta: ¿hay escuchado hablar del olor a ala? Me di cuenta como a los dieciocho que mis posibilidades Darwinianas disminuían, si disminuía los duchazos; y la verdad, que a esta edad agradar al sexo opuesto era mi único norte...

o ¿por qué nos cambiamos la ropa cuando tiene ésta tiene una mancha de tinta, a pesar que eso no cambia en nada su utilidad como vestimenta?

OK; estoy cansado, te otorgo esta: 3 a 1 el marcador.
(...porque no me gusta lucir feo)

¿No se por qué?, pero, este temita que empezó en Aquitania, me da la impresión que termina en un comercial de Resiter...

Alvaro, no. No me interesa la limpieza como parece interesarte a tí. ¿No será que te contagió un meme empresarial, y no te has dado cuenta?

Un poco más en serio, sí, lavarse es un muy buen símbolo de purificación; y, acepto que este símbolo, como otros, también irradie sus características aprendidas con el uso...

alvaro dijo...

Joseph:
La primera pregunta no la respondiste, porque decir que las fábricas y las micros contaminan el ambiente y que por eso nos preocupa la polución, es una tautología: nos preocupa la contaminación porque contamina.
La segunda pregunta sí la respondiste, pero si te la hago un poco más ácida, como por ejemplo, "¿por qué te lavas las manos después ir al baño a defecar y luego debes ir a sentarte a la mesa a comer?", ¿me responderás que es por los coscachos de tu mamá?
La tercera pregunta da lugar a más opciones de respuesta, porque yo me refería a ducharse cuando una está sin olor a ala.
A lo que voy, es que tenemos una predilección por lo limpio sobre lo sucio, de una manera que no es siempre fácil de explicar por qué, y la explicación que yo doy es que la limpieza tiene relación con el éxito reproductivo porque te protege mejor de las enfermedades. No es que nosotros calculemos a cada paso si algo nos va a enfermar o no , la selección natural no funciona así, lo que hace es retener las disposiciones conductuales genéticas que mejor ayudan a la supervivencia y reproducción, de modo que lo queda en nuestra mente es el gusto por lo limpio (que nos libra de más enfermedades) y el no gusto por lo sucio (que nos provoca más enfermedades), pero no el cálculo de si algo nos libra o no de enfermedades, porque en ese tiempo los cazadores recolectores ni siquiera sabían qué era una enfermedad ni menos como se producía. Por lo tanto, si lo que está en nuestro código genético es esta disposición a preferir lo limpio sobre lo sucio, y los experimentos de la revista Science paracen así demostrarlo, el hecho que las religiones utilicen la limpieza como un elemento de su liturgia muestra que, sin darse cuenta, ellas han dado con un elemento que está profundamente imbricado con lo humano.
Eso es parecido a lo que ocurre con la comida chatarra: aprendimos evolucionariamente a buscar lo dulce y lo grasoso, porque eso aportaba más calorías a nuestra dieta, en un tiempo en que no era fácil conseguir comida, y hoy, habiendo comida chatarra dulce y grasosa a granel, la comemos por la misma razón que esos cazadores recolectores lo hacían hace decenas de miles de años atrás.

Anónimo dijo...

Alvaro,

Quizás no me expresé bien; lo que quise decir, es que hoy hay mucho más contaminación que antes. Si yo viviera en el mundo de Pocahontas, no me preocuparía tanto como ahora; en que si no fuera por los camioncitos de basura (Resiter), yo viviría enterrado en un cerro de basura…

Es cuestión de recordar nuestra niñez; yo, al menos, no me preocupaba por mi limpieza—era feliz siendo un puerquito.

Ahora, indudablemente que hay reacciones instintivas de rechazo a la mugre; por ej. el mal olor de la basura, el olor a ala…

Pero, también hay millones de gentes muy humildes que no se lavan nunca, y parece no molestarles mucho… Incluso hay estudios que afirman que un poco de mugre nos protege…

Es más, el exceso de limpieza entiendo que también hace daño; exagerar, o vivir en un ambiente estéril evitaría que desarrollemos nuestras defensas…

Sin ir más lejos, en tus paseos, recuerda que el palacio de Versalles, como muchos de los castillos del Loira no tenía baños—por eso la necesidad imperiosa del perfume…

Podríamos discutir mucho, sin embargo, el meollo está en que yo dudo que el afán por lavarse esté en nuestros genes; más bien creo que es algo que aprendemos rapidito por muchas razones, incluso, la irradiación de símbolos religiosos.

En fin, que también creo que se necesitan unos pocos-miles o millones -de años más para que estas conductas se graben en nuestros genes… Da la impresión que las muestras del estudio de Science las tomaron en USA y Europa; no en la India…

Y por último: no creo que me puedas convencer que la gente engancha en las religiones por los ritos del lavado, cuando yo veo la catástrofe de nuestra muerte como una de las muchísimas razones de muchísimo más peso; sin siquiera entrar en otras, como aceptar la existencia de Dios…

alvaro dijo...

Joseph:

Qué quieres que te diga! If you say so....

Anónimo dijo...

El tema es interesante...
Y, obviamente no me gusta dejar una buena discusión.

Quería traer a colación el siguiente párrafo, que dice relación con el amor…

“As opposed to this, the faith of the Church has always insisted that between God and us, between his eternal Creator Spirit and our created reason there exists a real analogy, in which unlikeness remains infinitely greater than likeness, yet not to the point of abolishing analogy and its language (cf. Lateran IV). God does not become more divine when we push him away from us in a sheer, impenetrable voluntarism; rather, the truly divine God is the God who has revealed himself as logos and, as logos, has acted and continues to act lovingly on our behalf. Certainly, love transcends knowledge and is thereby capable of perceiving more than thought alone (cf. Eph 3:19); nonetheless it continues to be love of the God who is logos. Consequently, Christian worship is worship in harmony with the eternal Word and with our reason (cf. Rom 12:1).”

En otras palabras, este señor nos dice que el amor trasciende la razón; y por ende, el amor es capaz de comprender más que la razón por si sola.

¿Por qué Boyer no cita al meme del amor, que innegablemente es infinitamente más importante en nuestras actuaciones que el lavado purificador?

A propósito, el Papa Benedicto XVI es el autor del interesantísimo párrafo anterior acerca del amor, en su discurso dieciochero de Regensburg…

Para el texto completo:
http://www.cwnews.com/news/viewstory.cfm?recnum=46474

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Interesante discusión la de Joe y Alvaro, permítanme una pequeña intromisión.

La pregunta que envuelve, a mi juicio, esta discusión, es si las creencias religiosas y las religiones que a partir de ellas se desarrollan, son consecuencia natural de las características de nuestra naturaleza humana, las cuales se desarrollaron evolucionariamente por selección natural; o bien es al revés y entonces primero se produjeron elementos sobrenaturales que crearon nuestra naturaleza.

Los avances de la ciencia y principalmente de las ciencias de la evolución nos indican que el proceso más bien es el primero y no el segundo.

Joe nos dice, con razón, que el amor entiende más que la razón. Lo que no dice es que tanto el amor como la razón son capacidades de nuestra mente y que ambas evolucionaron por selección natural.

Steven Pinker, profesor de sicología de Harvard, dice textualmente: "The "Aha" that comes from understanding why something is the way it is. And with living things, the answer to "why" questions always involves evolution". esta afirmación también es cierta para las creencias religiosas y las religiones que nacen aguas abajo de las anteriores.

Mario Conca

Anónimo dijo...

Mario, Álvaro,

Claro, cuando el tema es bueno...

Parece que no me estoy haciendo entender.

Primero, yo creo en el evolucionismo; pero, acepto que por allá lejos quizás se termine el mundo y existan dragones... porque acepto mis limitaciones intelectuales… y otras también.

Cuando Boyer trae a colación el meme del lavado, como un factor que hace que las religiones hayan incorporado estos ritos de lavado, o purificación de la conciencia, para hacerse más atractivas a nuestro cerebro; por eso de que quizás tengamos un gen afín a la limpieza, discrepo.

Y no discrepo porque no sea posible; discrepo porque el rito del lavado es insignificante como atractivo a las religiones—más atractivas son las bancas de las iglesias que nos permiten sentarnos y descansar.

En cambio, sabemos que el meme del amor, o la combinación de la sexualidad, el romanticismo y la estabilidad de una pareja, sí es muy importante—pero, Boyer ni lo menciona.

…Separemos la paja molida de lo sustancial—ese es mi punto.

¡Amor sí; lavado no!
¿Y de los dragones qué?

alvaro dijo...

Joseph y Mario:

Para que una discusión de este tipo tenga algún sentido, es necesario estar de acuerdo en los supuestos sobre los que se basa. Si uno cree que el mundo que nos rodea fue creado por Dios, entonces eso conduce a una forma de ver las cosas que es incompatible (no en todo, pero sí en lo que toca a esta discusión) con la visión de quien no cree que ello sea así y prefiere la explicación naturalista (big bang, leyes de la física, moléculas más complejas, moléculas replicativas, vida, evolución por selección natural, seres humanos).
En esta segunda visión, lo que uno debe hacer es entender por qué son tan prevalentes las creencias religiosas en las personas, a través de toda la historia humana. Entonces uno debe caer en cuenta que las religiones son fenómenos culturales, es decir, son fenómenos de transmisión de información que no está encriptada en los genes, sino que se transmite por imitasción, aprendizaje o enseñanza.
Lo que hace Boyer es intentar desenrtrañar cuáles son las características de la información contenida en la creencias religiosas y sus prácticas, que hacen que esos memes sean tan "infecciosos". Y concluye que una de esas razones, no las más importante en todo caso, es que las religiones utilizan la limpieza, la separación de lo poluido de lo limpio, como parte de sus ritos. (El artículo de la revista Science, que no tiene nada que ver con Boyer, tiende, en todo caso, a darle la razón).
Hay varios otros y los menciono bevemente en la entrada sobre "Fontevraud y el meme religiosos",que sirven para indicar que la tendencia de nuestra mente a albergar creecnias religiosas no es una caractérística genética de la especie, sino que los seres sobrenaturales constituyen, apropiadamente definidos y con ritos de práctica adecuados en memes que enganchan muy fácilmente con nuestra mente.
El amor, con todo lo importante que es en las relaciones humanas también es mencionado por Poyer al decir que las religiones gatillan mecanismos inferenciales que activan nuestro sistema emocional y nuestros sentimientos morales hacia los otros, y ahí el amor tiene plena cabida.
Es importante agregar que la convicción para creer en Dios o para no creer tiene el mismo valor congnitivo, y corresponde a esos "Aha" a los que se refiere Pinker y que menciona Mario en su comentario. Es decir, creer en las explicaciones científicas no tiene un punto de apoyo absoluto, sino que constituye una especie de axioma desde el cual uno parte, del mismo modo que creer en Dios es otro axioma posible desde el cual uno puede comenzar sus cavilaciones.
Y cada persona sabrá por qué le acomoda uno más que el otro.
Esa es mi manera de ver las cosas.

Alvaro

Anónimo dijo...

Álvaro,

¿Por qué los axiomas tienen que ser excluyentes?

Cuando el agua de la lluvia forma una poza, luego, se desarrolla vida en esta poza … En el fenómeno de la lluvia hay muy poco de biología; pero, ambos fenómenos se complementan en la creación de vida…

También, está el caso de la teoría que incluye, como la relatividad que incluye el caso Newtoniano.

Einstein tampoco pudo aceptar que Dios estuviera jugando a los dados… o que las cosas estén presentes o no, de acuerdo con probabilidades…

Lo que nos lleva al caso de “mundos paralelos”, donde nuestra percepción de la realidad impide, a veces, que veamos otras realidades… He guardado una película muy interesante—cuyo nombre se me escapa—en que se muestra el caso de los indios americanos que no podían ver las carabelas españolas cuando llegaron a las costas de América—porque la realidad de esta visión estaba fuera de lo que podían comprender…

Pero, nuestra experiencia nos dice que no toma mucho para que vivamos realidades distintas; siendo esto evidente en situaciones extremas, como las guerras—el enemigo pasa a ser una caricatura, facilitándo su eliminación porque ya no es un ser humano…

Volviendo al tema, me inquieta aceptar el fondo de tu comentario:

“El amor, con todo lo importante que es en las relaciones humanas también es mencionado por Poyer al decir que las religiones gatillan mecanismos inferenciales que activan nuestro sistema emocional y nuestros sentimientos morales hacia los otros, y ahí el amor tiene plena cabida.”

…Y admito que yo empecé con la adjudicación del amor como elemento gatillador; porque, en todo caso, lo veo más relevante que los lavados.

Pero, no; no puedo aceptar que las personas se suscriban a una religión porque ésta gatilla elementos inferenciales u otros—los gatillos de Boyer no tienen profundidad.

Me quedo con las motivaciones que señalé en un comentario anterior:

Cuando el ser humano comenzó a pensar, comienza su necesidad de explicar—y se dan los inexplicables. Es este vacío angustiante—que incluye explicar el trauma de la muerte y otros—lo que genera la enorme motivación que explicaría los tranquilizantes que proveen las distintas religiones.

Alternativamente, si ¿somos mortales, o eternos? es también, una pregunta enormemente motivadora…

En todo caso, hacía tiempo que no me entretenía tanto en una discusión.

Anónimo dijo...

Quería dejarles esta entrevista a Dennettt:
http://meaningoflife.tv/video.php?speaker=dennett&topic=complete

Andrea Brandes dijo...

La simbología religiosa ligada al agua, y su incorporación ritual en los diversos cultos, es innegable. Es evidente que ritualmente el agua es usada como símbolo de limpieza, qué, según aumenten los grados de abstracción,se transforma en signo de pureza espiritual, de sanación, de purificación del alma.
Me parece de máxima coherencia lo que plantea Alvaro. Los humanos, como las demás especies, tenemos como elemento constitutivo el instinto de conservación de la propia vida y el de multiplicación
de la especie. Así como instintivamente le arrancamos a un león a partir de ver seres depredados, o al fuego, a partir de ver personas quemadas, le arrancamos a la mugre a partir de ver personas muertas por infecciones. Esto, por supuesto, operaba de manera inconciente. Los seres primitivos sólo tenían conciencia de un estado de salud alterado, (que hoy llamamos enfermedad) a partir de las señales de dolor o fragilidad de los individuos, pero si tenían
la experiencia (que con el paso de los tiempos se fue conviertiendo en "conciencia") de que estos estados podían culminar con la muerte. Creo firmemente que esta es una conducta encriptada en los genes. A medida que nuestros hermanos primitivos fueron tomando conciencia de que se iban a morir, en la medida que fueron estableciendo categorías como pasado y futuro, se fueron asustando. Este temor fue capitalizado por las religiones, cuyos fines fueron también, entre otros, la conservación de la especie (sólo así se entiende la serie de normas "sanitarias" de la religión judía, elevadas a la categoría de precepto moral).
El agua ligada a la vida, el olor a podrido ligado a la muerte.
El agua bendita con la que las monjas nos hacían persignarnos antes de entrar a la iglesia para que fueramos "dignas del Señor" y el paradigma del agua purificadora consignada en la liturgia católica: el agua en le cáliz de Cristo, que transformada en su propia sangre, lava los pecados de los hombres, los libera del limbo, y les regala la vida eterna.
Más claro echarle agua!

PD No me quedó claro el rol del amor en este intercambio de opiniones. Son cosas que van por carriles distintos.
Tampoco se qué diablos es un "meme". Es algo parecido a una bactérea,a un virus, a un rumor cibernético?

alvaro dijo...

Voy a comentar los últimos comentarios de Andrea y Joseph.

Creo que Andrea captó súper bien el tema de la limpieza y su conexión con los ritos de la religión y cómo eso está conectado con nuestras disposiciones conductuales evolucionariamente aprendidas.

Los "memes" son como los elementos básicos de transmisión de información cultural, así como los "genes" son los elementos bñasicos de transmisión de la información biológica.

Tienes razón Andrea al decir que el amor se relaciona poco con el tema; yo dije que sí estaba relacionado a través de los sentimientos morales a los que todas las religiones apelan, y el amor es un sentimiento hacia los otros, pero su relación es más lejana.

Joseph, creo que los axiomnas mutuamente incompatibes, es decir, que dan lugar a conclusiones contradictorias entre sí, no son buenos para manejar nuestras descripciones del mundo. Nuestra mente está más cómoda con construcciones armónicas, coherentes y consistentes.

Anónimo dijo...

Álvaro,

Si tengo que ir a la iglesia... va a ser arrastrado... no por el lavado.

¿Será que no me gustaba bañarme cuando niño?

En fin, que obviamente desde mi perspectiva, más sucia que la de ustedes, desde luego, no creo que me vaya a infectar con el meme de la limpieza y termine sentado en una banca de la iglesia...

Claro, peores cosas me pueden ocurrir, uno nunca sabe; pero, hasta aquí… ni ese meme ni otras razones que creo más infecciosas han logrado acercarme a la religión—ni hacerme más limpio, supongo.

Insisto: creo que ese virus que te lleva a la iglesia es además de bvoyerista, resiteriano.
Ahora, ¿Estaré muy sucio y no me he dado cuenta?

Un abrazo.

P.S. Respecto de los axiomas: estas demasiado cerrado, pareces matemático

alvaro dijo...

Joseph:

Me preguntaste originalmente:

"¿Por qué los axiomas tienen que ser excluyentes?"

Te contesto así:

Suponte que tú me dices lo siguiente:

"Respecto de los axiomas: estás demasiado cerrado, pareces matemático", y luego me dices,

"Respecto de los axiomas: estás demasiado abierto, no pareces matemático",

¿Cómo seguimos poniéndonos de acuerdo respecto de la mejor forma de describir el mundo?

Anónimo dijo...

Álvaro,

Vamos... lo dije con cariño y con humor; pero, obviamente el medio de comunicación no es bueno o la “agencia” tuya no se queda tranquila…

Continuando,
¿Y cómo explicas el “principio”?
Tú sabes, cuando no había nada, ¿o había algo distinto? Antes de los big-bangs…

¿Puede la teoría de la evolución, o la de los memes—o la ciencia, explicar cómo comenzó la cosa?

La teoría de la evolución empieza más adelante; incluso la creación de vida, que tendría que haber comenzado quizás varias veces por lo de la reproducción, implicaría que el comportamiento evolutivo empezó con esta última versión reproductiva de vida.

¿Y por qué no es válida esta pregunta, versus explicar toda la historia de la vida, que es lo que explicaría la teoría de la evolución?

¿O por qué los axiomas son excluyentes?

Porque de otra manera, no entiendo porque aseguras que no hay un punto posible de encuentro…

Si me subo a un tren que va a la velocidad de la luz, y camino hacia delante…

¿Cuándo y cómo comienza una eternidad?

Dennett, con su ateismo, reconoce que es incapaz de negar la existencia de Dios… porque no es demostrable…

alvaro dijo...

Joseph,

En efecto, concuerdo con Dennett que no es posible negar la existencia de Dios, aunque uno sea ateo. Eso es claro y definitivo. Pero lo que también es claro y definitivo es que no puedo afirmar la existencia de Dios y negarla al mismo tiempo, porque éso no conduce a ninguna discusión significativa, y en eso consiste no tener dos sets de axiomas inconsistentes.

Anónimo dijo...

Álvaro,

Que Dios exista y no exista al mismo tiempo... no amerita comentarios.

Que yo enceste el lulo de papel que lance a la canasta, sí.
En este caso, mi diseño es encestar… pero, la trayectoria del lulo, también, la determina una serie de leyes… Y, no por eso, el diseño excluye las leyes… ni las leyes, mis habilidades encestadoras…

Sobretodo, cuando nadie me vio lanzar el lulo, ni nadie sabe desde donde, ni como, ni cuando... Fíjate, que hay muchos que hasta dudan de que existo.

Lo peor de la cuestión, es que hicieron un recogido; y el lulo, se dice, que se lo llevó un camioncito resiter…

Andrea Brandes dijo...

En alguna parte perdí el hilo...
En todo caso, según entiendo, Alvaro no plantea que lo que lleva a alguien a sentarse en la banca de una Iglesia sea la conección de la espirutualidad con el agua y la limpieza. Por supuesto que no. Es una de muchas aristas que convergen en las religiones.
Acerca de la existencia de Dios, hay tremendos tratados de teología que tratan de demostrar aquello que no es demostrable. Quedémosnos mejor en que es una cuestión de fé. Hay quienes la tienen y hay otros que no. El hecho que la existencia de Dios no sea demostrable, no significa necesariamente que no existe, sin embargo los intentos por demostrar su existencia, son argumentos que recurren a una lógica semántica que al final son pura abstracción. Como el argumento de San Anselmo que dice que desde el momento que hablamos de Dios, tenemos un concepto de Dios. Ese concepto de Dios equivale al de un ser perfecto, cuya perfección no sería tal, si fuera un ser que no es, por lo tanto Dios existe.(So what!, no prueba nada)
Aún cuando se crea en la existencia de Dios, no veo porqué razón Dios debiera ser un ser creador, Podría ser un Dios observador del devenir de las cosas. También se podría pensar en un Dios que dió el puntapié inicial, de un mundo que fue agarrando vuelo propio.
Puede ser que Dios exista, pero no estoy segura que el Dios creado por los hombres coincida con El. Si estoy segura que el modelo de dios creado por nosotros es funcional a nuestras necesidades, y en su diseño, claramente metieron mano los humanos, los mismos que descienden del mono.

Anónimo dijo...

Una segunda intromisión, acerca de realidad, creencias religiosas y otras yerbas....

1. Me sorprende la afirmación de Alvaro en cuanto a colocar la base axiomática de la religión y de la ciencia al mismo nivel de representación de la realidad. Me parece que la ciencia moderna explica bastante mejor la realidad que los axiomas religiosos; incluso de por qué nuestra mente tiene con facilidad creencias religiosas. Más aún, si hacemos una revisión histórica (reciente) la ciencia ha ido entendiendo la realidad "con cargo" a creencias religiosas que han terminado siendo bastante absurdas: la astrología, la conformación del sistema solar, el funcionamiento de la mente,.............

2. Del big bang para adelante, las ciencias de la evolución (física, biológica y cultural) han logrado explicar bastante bien nuestra actual diversidad y estado de situación; cosa que hace sólo 100 años se adjudicaba a fenómenos paranormales. Un matemático podría decir que el límite va hacia explicar el 100%, siempre asintóticamente.

3. Del big bang (13.600 millones de años atrás)hacia atrás no lo sabemos todavía (la época de los dragones, entiendo), pero ello no nos puede negar que los avances han sido contundentes y todos en la misma dirección: nuestra realidad actual es consecuencia de un proceso evolutivo por selección natural, sin requerimiento de un creador que lo dirija.

4. Cada día me convenzo más que las creencias religiosas, las religiones que nacen de ellas, la lógica que no cuadra, los sentimientos, las emociones, los tratados de teología, y muchas de nuestras creaciones culturales, son producto de cómo funciona nuestra mente, pero que no siempre tienen un correlato con la realidad. Entender la realidad requiere de herramientas más sofisticadas que van más allá de nuestros instintos y de las construcciones conceptuales que se hacen a partir de ellos.

5. Ejemplos de lo anterior podría dar por centenas, pero hay algunos especialmente interesantes (realidades anti-intuitivas): la más clásica es que la tierra gira en torno al sol, nuestros instintos nos dicen que el sol gira en torno a la tierra; que el interés individual conduce a una sociedad solidaria (mano invisible de Adam Smith), nuestros instintos nos dicen que se requiere de un altruismo puro para construir una sociedad solidaria; casi todas las ideas liberales son anti-intuitivas: prensa libre, píldora, educación libre, salud libre, venta de alcohol libre, etc......, nuestros instintos nos dicen que todos ellos controlados funcionan mejor (y por eso los tenemos regulados al nivel de su asfixia!).

6. Lamentablemente el carácter anti-intuitivo de muchas realidades hace que no las aceptemos y que vivamos en el error o en las malas prácticas. O bien, que se requiera mucho más tiempo para que "caiga la chaucha".

Anónimo dijo...

Lewis Black tiene la claridad para explicarlo, al menos, el fin del universo...

http://www.youtube.com/watch?v=ddG_BTWee4Q&mode=related&search=
Lewis Black the end of the universe

alvaro dijo...

Mario,
No quise colocar a la religión en el mismo nivel de representación de la realidad con la ciencia, sino que dije que la base cognitiva de ambas no tiene un sustento absoluto en algo dado, sino que ambas deben hacer un supuesto en algún momento. La religión en la fe, y la ciencia, en que el método científico conduce a la verdad. Lo que yo afirmo es que esto último no es un teorema demostrable. Es como un acto de fe.

Déjame ponerte una cita de Carl Sagan que puso Dawkins en su último libro "The God Delusion". Dice Sagan:

"Si por Dios uno se refiere al conjunto de leyes físicas que gobiernan el universo, entonces claramente hay un Dios..."

Carl Sagan es ateo, pero aquí está diciendo que él cree (está seguro) que el Universo está gobernado por leyes, y eso es una creencia que tiene una grado de verdad cognitivo similar a creer en Dios. Es un axioma, de eso se parte. Es lo que yo creo. En eso me baso para aceptar la ciencia. No sé si me doy a entender. Si no lo logro, tendremos que conversalro en una próxima reunión social.

Anónimo dijo...

Álvaro,
Hace mucho que me esta dando vueltas en la cabeza. Tu siguiente aseveración es, a lo menos, interesante:
"Pero lo que también es claro y definitivo es que no puedo afirmar la existencia de Dios y negarla al mismo tiempo, porque éso no conduce a ninguna discusión significativa, y en eso consiste no tener dos sets de axiomas inconsistentes."
Y yo contesté:
"Que Dios exista y no exista al mismo tiempo... no amerita comentarios."

Pero, si amerita comentarios; ¡claro, que amerita!
Si Dios estaba ahí para el puntapié inicial, como dijo Andrea; entonces no “era” antes de dar el puntapié—porque todo comienza después del puntapié, o el principio de todo. Después del puntapié, es, o existe la posibilidad de que sea.
En otras palabras, Dios, en el mejor de los casos es y no es en el instante en que da el puntapié inicial…
En fin,…que las aguas se veían tan quietas…

alvaro dijo...

Bueno, lo que ocurre es que si Dios estaba antes de que nada existiera, creó las cosas y luego les dio el puntapie incial, entonces existía antes, durante y después del puntapie inicial.

La contradicción que tú observas es también correcta, si uno lo mira de otra forma. Si Dios existe sólo para entender cómo es que algo existe cuando antes no había nada, "that begs for the question" de qué o quien creó a Dios, y eso nos lleva a una regresión infinita que hace imposible entender la existencia de Dios.

Meter a Dios en un esquema que siga la lógica que conocemos es muy difícil, y por eso yo pertenezco al lote que no cree en Dios.

El último libro de Richard Dawkins "The God Delusion" trata de estos temas.