jueves, noviembre 02, 2006

Gasto Electoral y Publicam

Lo ocurrido con la rendición de los gastos electorales del senador Girardi, así como con la de la candidata a senadora Lily Pérez y el candidato presidencial Sebastián Piñera, ameritan una discusión.

I.- Los hechos, de acuerdo a los actores.

Girardi dice que entre los gastos que tuvo que realizar durante su campaña se encontraba el pago de los brigadistas que ponían carteles, ayudaban en el puerta a puerta y otras labores. Eso lo pagó con el dinero que privados anónimamente le depositaron en la cuenta del Servicio Electoral, y que luego éste le traspasó a su cuenta de campaña. Ese dinero debe ser rendido al Servicio Electoral, pues si sobra, debe ser devuelto proporcionalemnte a los aportantes. Para hacer esa rendición, el comando de Girardi eligió no entregar el listado de vales de recepción del pago por parte de los brigadistas, ni tampoco boletas o facturas de ellos - la mayoría no tiene esos instrumentos - sino que se "consiguió" una factura con Publicam, que utilizó para rendir esos egresos al Servel.

Lily Pérez y Sebastián Piñera dicen que contrataron con un Sr. Mouzarkel la instalación de 3 gigantografías, servicio que fue completado en tiempo y forma por éste, pero que al momento de facturar sus servicios utilizó sendas facturas de Publicam - la mitad del servicio a Lily y la mitad a Sebastián, porque la gigantografía contenía una foto de ambos y los comandos habían acordado que en esos casos compartirían su costo - y no facturas propias. ¿Por qué? No lo sabemos, aunque podemos suponerlo. (¿ahorro de IVA?). Lily Pérez le pagó directamente a Mouzarkel la factura de Publicam y Piñera le dejó al Servel que la pagara con los fondos que le correspondían por los votos obtenidos (lo que se ha deonominado rembolso de dinero)

II.- Las faltas, de acuerdo a lo anterior.

Girardi "compró" una factura a Publicam, para rendir el dinero recibido de donantes, y gastado en un servicio de brigadistas contratado por el comando.

Mouzarkel "compró" dos facturas a Publicam para cobrar los servicios que le contrataron Pérez y Piñera.

O sea, en un caso, quien se "consigue" la factura es el comando de Girardi y en el otro es "Mouzarkel"quien se las consigue y no el comando de Pérez o Piñera. Ambos casos tienen similitudes pero son diferentes.

No sabemos si dicha "compra" fue lograda mediante un pago en dinero o favores de otro tipo.

Publicam es una empresa formada de manera irregular (sus socios formales ni sabían de su existencia), que logra timbrar facturas en el SII, y que "pulula" cerca" de políticos, elecciones y contratos con Chiledeportes.

III.- Conclusiones.

La ley de gasto electoral, al forzar que las donaciones se hagan a través del Servicio Electoral, obliga a los candidatos a rendir lo que hagan con ese dinero. En algunos casos la rendición se hace con facturas de servicios efectivamente entregados, y, en otros, con facturas de terceros con el objetivo de cuadrar los números. Ello es formalmente incorrecto, pero no necesariamente fraudulento, a menos que el candidato que no haya gastado el total de las donaciones recibidas, utilice las facturas de terceros con el objeto de no tener que devolver ese excedentes y quedarse con ellos.

Como lo más probable es que no sobre dinero en una campaña electoral, la rendición de Girardi es incorrecta en la forma pero no en el fondo, en el sentido que el gasto respaldado por la factura de Publicam (el pago de brigadistas) efectivamente se hizo aunque Publicam no proveyó de servicio alguno.

Por su parte, Pérez y Piñera efectivamente solicitaron el servicio de colocación de gigantografías, y lo pagaron conforme a lo pactado, aunque se equivocaron al no exigir que la factura fuese emitida por quien entregó el servicio.

Por otra parte, este episodio muestra el ambiente en el que se desenvuelven las campañas electorales. Los proveedores de servicios para dichas campañas toman muchos riesgos, pues no pueden estar seguros que logren recolectar el pago de sus servicios por los comandos, que son organizaciones eminentemente transitorias que deben ejecutar un plan esencialmente cambiante en un período de tan solo algunos meses. Por eso, dichos proveedores son, por lo general, empresas sin gran prestigio, dispuestas a correr los riesgos que empresas mejor establecidas no están dispuestos a tomar, y por no resulta extraño que entre ellas se cuelen casos que rayan en lo delictual, como el de Publicam.

La nueva ley de gasto electoral es una mejoría respecto de lo que había, pues va en la dirección de transparentar las fuentes de financiamiento y el destino de los gastos de las campañas, Los problemas aquí relatados, más que fallas de la ley, son faltas de los comandos, que deben ser sancionadas para inhibir su repetición.

El caso de Pulbicam y Chiledeportes es distinto, no guarda relación con éste, y, al parecer reviste características mucho más graves.

6 comentarios:

Andres Alemany E dijo...

Alvaro,
me gustaría, en tu calidad de estudioso de la evolución del ser humano, tu opinión sobre el futuro que nos depara una sociedad cada vez más permeada por la corrupción, donde señores como Girardi que velan por la ética nacional, ya llevan varias "yayas". Donde el robo desmedido, ya sea en chiledeportes, MOP, en las empresas privadas, en los campos donde hemos tenido que cambiar el cobre por aluminio ya que los robos de cables, según el mercurio de hoy, son sobre los 2000 kilometros con costos de muchos millones de dólares.
¿Nos estamos convirtiendo en una sociedad corrupta, relativista en lo ético, país de vivarachos?
¿Cómo revertimos la tendencia evolutiva actual, hacia una sociedad más respetuosa?

alvaro dijo...

Andrés:
Yo creo que la tendencia a la corrupción es una consecuencia de la naturaleza humana actuando en un ambiente que la favorece. En otras palabras, la corrupción se genera con mayor facilidad en ciertos ambientes que en otros.
Una de las cosas que a mí siemrpe me ha parecido que la favorece (aparte de opacidad de los organismos públicos, y otras razones típicas) es el formalismo con que suponemos que las reglas se acatan.
Ej: si uno quiere que las personas no suplanten a otras al votar, entonces se exige carnet de identidad para votar. Pero ese formalismo permite que si yo me consigo un CI que tenga mi nombre y mi foto pero en realidad sea el de otra persona puedo votar sin problema.
Si hago una rendición de fondos, me consigo una factura de un tercero y digo que esa factura explica el gasto.
Si para ser una universidad acreditada me piden x m2 de biblioteca, pues los construyo, aunque los libros que contenga no valgan nada.
Si la Contraloría exige 3 presupeustos para aporbar una compra, pues me consigo los 3 presupuestos, dos de ellos mostruosamente más altos, y me gano el contrato.
En otras palabras, cumplir con la forma, pero no con el fondo de alguna exigencia, que es una práctica muy nuestra, o más bien, una práctica muy ligada a una tradición legal francesa o española (contraria a la práctica legal sajona), facilita la corrupción, pues nos permite siempre argumentar que en realidad estábamos haciendo algo (lo formal) y desconocer nuestra verdadera intención (el fondo).
El formalismo en el cumplimiento de las normas facilita la corrupción, y la falta de lo que los gringos llaman "law enformcement", o sea, hacer cumplir la ley también ayuda.
Pero no creo que nuestra nbaturaleza humana evolucione hacia ser más corrupta, sino que hay ambientes en los que ello se da con mayor facilidad y ambientes que tienden a inhibirla.

Anónimo dijo...

Alvaro,
Estoy de acuerdo contigo, el mentado "law enforcement" o la policía son claves.

Esto lo aprendí en tu querida California, donde alguna vez compré un VW escarabajo para poder llegar a la pega --tenía 19 años, y en la transacción, con otro que tenía como 20 años, nos quedó pendiente conseguir... ya no me acuerdo como se llamaba --el sticker; pero, es una payasada del tamaño de una estampilla, que se le pega a la patente, que da fe del pago anual del derecho de circulación.

¡Tres veces me paraban los policías en la mañana, cuando iba al trabajo, y dos veces por la tarde! Y, conste, ibamos como a 80 Km/hr; pero, ¡zas! con ojos bionicos eran capaces de distinguir el color de la estampilla, y juiiip-juiip-juip, vamos echándonos pa' un 'laito...

Después de eso, me quedó muy, pero muy claro --pristino-- el por qué los gringos no se cambian de pista y manejan tan ordenaditos; ni tontos, a la primera el "law enforcement" les cae encima...

Un abrazo.

Anónimo dijo...

El problema con Girardi y Publicam, más los demás antecedentes que se van conociendo es que se empieza a configurar una captura del Estado, de magnitud suficiente como para preocuparse del equilibrio de poderes y su efecto sobre una verdadera democracia (sistema político donde los poderes están realmente equilibrados).

La justificación de Girardi y muchos personeros de la Concertación es que se justifica utilizar dineros fiscales para las campañas, ya que la derecha utiliza el poder económico de las empresas para desequilibrar el poder a su favor.

El problema, a mi juicio, es que mientras los políticos se reparten platas fiscales para mantenerse en el poder nuestra democracia se debilita, y todo se transforma en juego de poder que para colmo en el mejor de los casos es de suma cero. Muchas expresiones de ésto estamos viendo en nuestra sociedad y en nuestra economía.

alvaro dijo...

Mario,
Estoy de acuerdo con que el tema es la captura del Estado. Pero, a mi juicio, ello está más representado en el caso de Chiledeportes que en el de la rendición de gastos electorales.
En el caso Girardi-Publicam, o se trata de una rendición mal hecha, o se trata de una rendición fraudulenta para quedarse con fondos que le fueron donados y que no fueron gastados, como lo sugiere la rendición por arriendos no pagados denunciados por la ex secretaria del PPD. Pero si ese es el caso, no se trata de captura del Estado, sino de un puro y simple caso de apropiación indebida de fondos.

En cambio, creo que la captura del estado que está ocurriendo, es grave como tú dices. Los casos de corrupción que estamos observando no corresponden a personas que quieren ganarse unos pesos extra para sí mismos (aunque algo agarran seguramente), sino de operadores que le organizan la comunidad a los políticos y personajes más importantes de su partido, mediante el expediente de hacerle favores a juntas de vecinos y a otras organizaciones comunitarias. Pero para que eso ocurra, dichos operadores deben contar con el apoyo implícito de los políticos y dirigentes (sus superiores) que se favorecen de ello. Es por eso que no se ve una real disposición a cambiar el sistema, porque los diputados, senadores y dirigientes políticos viven de lo que esos operadores logren para ellos.

Más que seguir haciendo cambios legislativos, lo que se necesita es un cambio de estos malos hábitos políticos, y para ello, la oposición debe lograr que la ciudadanía castigue electoralmentea la Concertación en los próximos comicios.

Anónimo dijo...

Alvaro:

De acuerdo con tu precisión, pero me parece que ambas conductas poseen algo en común, que es usar los fondos públicos para fines individuales y en particular para obtener ventajas en la competencia política por el poder.

Este fenómeno o proceso es muy perjudicial para la democracia, ya que concentra el poder en aquellos que lo detentan, cosa que aprecio está sucediendo crecientemente en buena parte de las "democracias" latinoamericanas (argentina, brasil, venezuela, perú, chile, etc).

Mientras nos convencen que la clave democrática estaría en el sistema electoral, o sea que democracia es elección proporcional de las autoridades, por el lado el poder se concentra cada día más en instituciones que equilibran cada vez menos las ambiciones de poder de unos y otros.

Ejemplos de´este proceso podemos ver a diario: 2.300 millones de US$ más para que los gaste el fisco (como si el fisco tuviese un mejor portafolio que las empresas y ciudadanos o si los gastara mejor), Chiledeportes, Chilebarrios, Indap, Planes de Empleo, estatización de la Educación, lo mismo con la salud, las políticas de salud que buscan imponer la voluntad oficial más que hacer política pública, etc.

Es cierto que la oposición debe ganar las elecciones para cambiar esta tendencia, pero será muy difícil con la concentración de poder y recursos públicos que estamos observando.