lunes, noviembre 06, 2006

Intencionalidad y Formalismo: Un caso Real.

A propósito de la postura intencional, déjame contarte el siguiente caso real que conocí de primera fuente. Un rabino judío ortodoxo que vivía en Chile (yo soy judío, aunque si has leído otras entradas de este blog, te habrás dado cuenta que soy ateo) quiso sacar una tarjeta de crédito en el entonces Banco Israelita (hoy Banco Internacional). Se acercó al presidente del banco y le indicó su necesidad, a lo que el presidente le dijo que no tenía ningún problema, que llenara los papeles y que él se preocuparía de aprobar su solicitud.

Es que tengo un problema, le dijo el rabino. De qué se trata le contestó el banquero. Que no puedo firmar un pagaré, la ley judía no acepta la tasa de interés implícita en el pagaré que debo dejar firmado. Entonces tenemos un problema, le contestó el banquero. Pero yo tengo una solución, le dijo el rabino, tengo un pagaré especial aprobado por los estudiosos, en que no se menciona la tasa de interés.

El presidente del banco lo pensó un poco y se dio cuenta que en realidad no tenía mayor importancia el tipo de pagaré que firmara, porque seguramente el rabino no gastaría mucho dinero con la tarjeta y, en consecuencia, no era muy grande el riesgo que el banco asumiría. Emitió la tarjeta y el rabino comenzó a ocuparla.

¿Qué tiene que ver todo esto con la postura intencional y el formalismo? Bueno, que el pagaré especial que el rabino andaba trayendo, aprobado por la autoridad religiosa, sólo se diferenciaba del pagaré normal en que en vez de hablar de tasa de interés, decía que el titular vendería algo a un cierto precio y que luego lo compraría más caro. Por lo demás, así entiendo que funcionan los pagarés de los bancos de la península arábiga.

Pero vender algo a un precio para recomprarlo más caro después es, intencionalmente lo mismo que la tasa de interés, aunque formalmente parezca distinto. Y si es lo mismo intencionalmente hablando, ¿a quién creía el rabino que estaba haciendo leso? ¿A Dios? ¿Cree él que Dios no se da cuenta que la intención es exactamente la misma? Firmar un pagaré que tiene la misma intención que otro que sea formalmente distinto no cambia el fondo de lo que está haciendo, y por eso, resulta tan peculiar que ello le sea tan importante al rabino ortodoxo.

Esa forma de razonar es muy típica de la gente que tiende al fundamentalismo religioso. Es gente que cree en la literalidad de la Biblia, en la interpretación estrecha de sus palabras, tanto en lo histórico como en lo moral, que les permite justificar situaciones muchas veces inaceptables.

Ese formalismo para entender los preceptos religiosos va de la mano con la intolerancia (no toleran a quienes interpretan la revelación de una manera no literal), y, por eso, creo que las personas fundamentalistas en lo religioso más que compartir creencias religiosas, comparten un cierto tipo de personalidad, más bien intolerante, que engancha con facilidad con la interpretación formalista y literal de las revelaciones religiosas.

Formalismo e Intencionalidad. No es la única manera en que están relacionadas. Pero para hablarsobre eso, necesito otra entrada.

jueves, noviembre 02, 2006

Gasto Electoral y Publicam

Lo ocurrido con la rendición de los gastos electorales del senador Girardi, así como con la de la candidata a senadora Lily Pérez y el candidato presidencial Sebastián Piñera, ameritan una discusión.

I.- Los hechos, de acuerdo a los actores.

Girardi dice que entre los gastos que tuvo que realizar durante su campaña se encontraba el pago de los brigadistas que ponían carteles, ayudaban en el puerta a puerta y otras labores. Eso lo pagó con el dinero que privados anónimamente le depositaron en la cuenta del Servicio Electoral, y que luego éste le traspasó a su cuenta de campaña. Ese dinero debe ser rendido al Servicio Electoral, pues si sobra, debe ser devuelto proporcionalemnte a los aportantes. Para hacer esa rendición, el comando de Girardi eligió no entregar el listado de vales de recepción del pago por parte de los brigadistas, ni tampoco boletas o facturas de ellos - la mayoría no tiene esos instrumentos - sino que se "consiguió" una factura con Publicam, que utilizó para rendir esos egresos al Servel.

Lily Pérez y Sebastián Piñera dicen que contrataron con un Sr. Mouzarkel la instalación de 3 gigantografías, servicio que fue completado en tiempo y forma por éste, pero que al momento de facturar sus servicios utilizó sendas facturas de Publicam - la mitad del servicio a Lily y la mitad a Sebastián, porque la gigantografía contenía una foto de ambos y los comandos habían acordado que en esos casos compartirían su costo - y no facturas propias. ¿Por qué? No lo sabemos, aunque podemos suponerlo. (¿ahorro de IVA?). Lily Pérez le pagó directamente a Mouzarkel la factura de Publicam y Piñera le dejó al Servel que la pagara con los fondos que le correspondían por los votos obtenidos (lo que se ha deonominado rembolso de dinero)

II.- Las faltas, de acuerdo a lo anterior.

Girardi "compró" una factura a Publicam, para rendir el dinero recibido de donantes, y gastado en un servicio de brigadistas contratado por el comando.

Mouzarkel "compró" dos facturas a Publicam para cobrar los servicios que le contrataron Pérez y Piñera.

O sea, en un caso, quien se "consigue" la factura es el comando de Girardi y en el otro es "Mouzarkel"quien se las consigue y no el comando de Pérez o Piñera. Ambos casos tienen similitudes pero son diferentes.

No sabemos si dicha "compra" fue lograda mediante un pago en dinero o favores de otro tipo.

Publicam es una empresa formada de manera irregular (sus socios formales ni sabían de su existencia), que logra timbrar facturas en el SII, y que "pulula" cerca" de políticos, elecciones y contratos con Chiledeportes.

III.- Conclusiones.

La ley de gasto electoral, al forzar que las donaciones se hagan a través del Servicio Electoral, obliga a los candidatos a rendir lo que hagan con ese dinero. En algunos casos la rendición se hace con facturas de servicios efectivamente entregados, y, en otros, con facturas de terceros con el objetivo de cuadrar los números. Ello es formalmente incorrecto, pero no necesariamente fraudulento, a menos que el candidato que no haya gastado el total de las donaciones recibidas, utilice las facturas de terceros con el objeto de no tener que devolver ese excedentes y quedarse con ellos.

Como lo más probable es que no sobre dinero en una campaña electoral, la rendición de Girardi es incorrecta en la forma pero no en el fondo, en el sentido que el gasto respaldado por la factura de Publicam (el pago de brigadistas) efectivamente se hizo aunque Publicam no proveyó de servicio alguno.

Por su parte, Pérez y Piñera efectivamente solicitaron el servicio de colocación de gigantografías, y lo pagaron conforme a lo pactado, aunque se equivocaron al no exigir que la factura fuese emitida por quien entregó el servicio.

Por otra parte, este episodio muestra el ambiente en el que se desenvuelven las campañas electorales. Los proveedores de servicios para dichas campañas toman muchos riesgos, pues no pueden estar seguros que logren recolectar el pago de sus servicios por los comandos, que son organizaciones eminentemente transitorias que deben ejecutar un plan esencialmente cambiante en un período de tan solo algunos meses. Por eso, dichos proveedores son, por lo general, empresas sin gran prestigio, dispuestas a correr los riesgos que empresas mejor establecidas no están dispuestos a tomar, y por no resulta extraño que entre ellas se cuelen casos que rayan en lo delictual, como el de Publicam.

La nueva ley de gasto electoral es una mejoría respecto de lo que había, pues va en la dirección de transparentar las fuentes de financiamiento y el destino de los gastos de las campañas, Los problemas aquí relatados, más que fallas de la ley, son faltas de los comandos, que deben ser sancionadas para inhibir su repetición.

El caso de Pulbicam y Chiledeportes es distinto, no guarda relación con éste, y, al parecer reviste características mucho más graves.

viernes, octubre 27, 2006

La Postura Intencional

¿Has escuchado a los políticos decir que ellos no "califican intenciones" sino que bla, bla, bla...?

Me gustaría argumentar que eso es completamente falso, no porque yo sea capaz de saber lo que piensan los políticos, sino porque voy a afirmar, y espero convencerte que es cierto, que los humanos se pasan la vida casi exclusivamente calificando intenciones.

Si lo piensas bien, nuestro lenguaje es todo intencional, los verbos que usamos son casi todos intencionales. Suponte que yo quiero describir el intercambio de un objeto x entre dos personas, para lo cual puedo decir: le pasó x, le regaló x, le prestó x, le arrendó x al otro, o bien, le extrajo x, le quitó x, le pidió x al primero, o bien, compartió x, robó x o escondió x. Todas esas expresiones se refieren al intercambio de un objeto entre dos personas, y si las miramos desde un punto de vista físico, no hay diferencias entre ellas, puesto que la mirada objetiva de lo que ocurrido con la configuración de partículas que constituye x es que se ha movido de un sujeto al otro. Sin embargo, desde el punto de vista de las intenciones, cada una de esas descripciones se refiere a situaciones completamente distintas.

La razón de ello la da el filósofo Daniel Dennett en su libro "The Intentional Stance". El dice que si queremos tratar de predecir lo que ocurrirá cuando hay un vaso muy cerca del borde de la mesa y está a punto de caerse, adoptamos la postura física, o sea, supondremos que el vaso caerá de acuerdo a las leyes de la mecánica clásica (de Newton) e incluso podremos calcular su trayectoria, velocidad de caída, tiempo que se demora en llegar al suelo, etc. Pero, si queremos predecir el comportamiento de un reloj despertador cuya alarma ha sido fijada para las 7 AM, no nos sirve la postura física, y lo que debemos hacer es adoptar la postura de diseño, o sea, suponer que el reloj - todas cuyas partes se comportan de aucerdo a las leyes de Newton - ha sido diseñado de tal manera que cuando la manecilla horaria llegue a las 7 y la minutera llegue a las 12 entonces sonará la alarma del despertador. A pesar que las partes del reloj siguen las leyes de la física, es necesario conocer el diseño de ese aparato para poder predecir su comportamiento. Finalmente, dice Dennett, si queremos predecir el comportamiento de una persona, no nos sirven ni la postura física ni la de diseño, sino que tendremos que adoptar la postura intencional, o sea, suponer que la conducta de esa persona dependerá de sus intenciones. Cuando miramos a alguien, su mirada, o nuestra lectura de esa mirada, es lo que nos permite predecir su comportamiento, pues calificaremos cuáles son sus intenciones.

En la postura física y de diseño, hay una trayectoria única de eventos que conducen a la predición que hacemos. En el caso de la postura intencional no es así. Por ejemplo, supon que te invito a almorzar y quedamos de juntarnos mañana a las 2 de la tarde en el Rivoli. Si yo quisiera predecir lo que harás mañana a partir de las 13:30 hrs., suponiendo que a esa hora estás en tu oficina y que ella se encuentra en Providencia, yo podría decir que a esa hora te levantarás y caminarás siguiendo la ruta más lógica que se me ocurra pensar desde tu oficina al Rivoli. Pero yo no puedo saber que mañana te levantaste de tu escritorio a las 12:30 y fuiste primero a una relojería que está en el Parque Arauco a revisar lo que le pasa a tu reloj y que luego te fuiste en auto hasta el estacionamineto subterráneo de Providencia y de ahí llegaste al Rivoli a las 14 hrs. de todos modos. Hay innumerables maneras de que tú llegues al Rivoli a las 14 hrs., y lo único que yo puedo predecir es que llegarás a esa hora al Rivoli pero no puedo predecir cómo lo harás.

Entre paréntesis, el hecho que haya innumerables maneras de cumplir con una intención, tiene consecuencias cruciales en las diferencias de los sistemas legales sajones, basados en la jurisprudencia, de los basados en los sistemas formales como el código napoleónico. Pero eso es harina de otra "entrada".

Con ves, lo que hacemos las personas todo el tiempo es juzgar las intenciones de otros. Lo hacemos cuando queremos seducir a nuestra pareja, cuando estamos negociando un contrato con nuestra contraparte, cuando estamos diseñando una campaña publicitaria y tratamos de adivinar las intenciones de nuestros consumidores, cuando un político hace campaña política por la misma razón, cuando miramos a la gente mientras caminamos por el paseo Ahumada y así evitamos chocarnos, etc, etc.

El tener la capacidad de calificar o juzgar las intenciones de otros es una de los rasgos más importantes de nuestra estrucutura psicológica. Se llama "teoría de mente" y describe esta capacidad que tenemos los humanos (humanes, en el lenguaje del español Mosterín) para leer la mente de los otros y poder decir cosas como "Pedro cree que Juan está enojado", o "Antonio sabe que Pedro cree que Juan está enojado", o "María y yo vemos que viene un auto por la calle", etc. Si no tuviéramos esa capacidad, nuestra interacción sería prácticamente inexistente. .. Piénsalo un poco. Es más, como esa capacidad es tan importante para poder convivir en grupos, y como para poder tener esa capacidad tenemos que tener nosotros una mente con intenciones, o sea , tenemos que tener "conciencia", hay algunos pensadores (por ej, Nicholas Humphrey) que sostienen que esa fue una de las presiones de selección que impulsó la aparición de la conciencia en los seres humanos, desde los primeros atisbos ya insinuados por los chimpancés.

Por eso te dije al comienzo, con tanta seguridad, que los políticos están equivocados cuando dicen que ellos no califican intenciones. Es prácticamente lo único que hacen,.... y nosotros .... también.

martes, octubre 17, 2006

Sernam y Género

El gobierno de Michelle Bachelet instauró la igualdad de "género". Las remuneraciones que paga el estado a sus funcionarios están sujetas a un bono por desempeño, en el cual se pondera con un 20% los criterios de "género" aplicados en el trabajo. Otros dicen que hay que combatir las diferencias de "género" en el mundo laboral.

Por otra parte, en el ramo de castellano se habla del "género" masculino o femenino de un sustantivo. Por ejemplo luna es de "género" femenino y sol de "género" masculino. También se habla de concordancia de género cuando el adjetivo y el sustantivo tienen el mismo género (masculino o femenino). No hay concordancia si uno dice "luna blanco" o "sol roja", y sí hay concordancia si se dice "planta alta" o "piso bajo".

También se habla de género en la clasificación biológica de las especies: reino, tipo, clase, orden, familia, género y especie. ¿Se acuerdan de eso?

¿A qué se refieren las personas cuando hoy en día hablan de "género"? En general, creo yo, a la primera de las acepciones. O sea, a la acepción que está implícita en la afirmación de la presidenta Bachelet que este gobierno tiene un ministerio con paridad de "género". ¿Es el "género" así entendido un sinónimo de sexo? Es decir, afirmar que el gobierno tiene paridad de sexo, ¿quiere decir que tiene iual número de mujeres que de hombres a cargo de los ministerios? Bueno, si uno lo juzga a partir de la definción de género que da el Sernam, no.

En efecto, esta es la definción de género que da el Sernam:

"Género es el conjunto de actitudes, sentimientos, valores, conductas y actividades que a través de un proceso de construcción social diferencia a los hombres y a las mujeres"

¿Qué entienden Uds. por esto? Yo diría que lo que ahí se dice es que en el proceso de socialización de las personas, éstas toman una forma masculina o femenina según como ese proceso las haya construido, lo que dependerá del tipo de interacciones a que hayan sido sometidas a lo largo de él. En otras palabras, debemos entender que las mujeres y los hombres son el resultado de un proceso de construcción social, que hace que las personas que tienen sexo femenino - por pura convención social - y las personas que tienen sexo masculino - también por pura convención social - son sometidas a un tipo de interacción social que genera en ellas "actitudes, sentimientos, valores, conductas y actividades" de género femenino o masculino respectivamente. Esto significa que si no fueran sometidas a ese tipo de interacciones, entonces sería perfectamente elegible el tipo de género que tendrían, ya sea por parte de los padres, del colegio o de algún otro ente que intervenga en el proceso de socialización de esas personas, según el tipo de interacciones a quese les someta.

¿Alguien compra eso? Les puedo asegurar que los científicos evolucionarios no.

Las diferencias conductuales básicas entre hombres y mujeres provienen de las distintas estrategias que ambos sexos tuvieron que seguir para poder sobrevivir, reproducirse y lograr que sus hijos llegaran a edad reproductiva. Y las estrategias fueron distintas producto de la biología de la especie. Fíjense.

La gran diferencia entre hombres y mujeres es la diferencia en inversión parental que cada sexo debe hacer para tener éxito reproductivo. Las mujeres debieron (en los tiempos en que éramos cazadores-recolectores) producir óvulos (células grandes y complejas), fecundarlos, llevar adelante un embarazo, sobrevivir a un parto y continuar con una lactancia.

En contraste con eso los hombres producen espermios (pequeños y abundantes), y en principio les basta un coito para reproducirse. En realidad no es así, pues aquellos hombres cuyos genes no los inducían a cuidar a su pareja y ayudar a la alimentación y protección de sus hijos tuvieron menos éxito reporductivo que aquellos que sí lo hicieron. Alguna inversión paternal hacen los hombres.

Eso hace que el recurso escaso sea la inversión maternal (la mujer sólo podía tener a lo más unos 8 embarazos exitosos puesto que la lactancia duraba unos 3 años durante los cuales no ovulaba) y el recurso abundante es la disposición de los hombres a tener sexo y aportar espermios, pues en teoría podría tener miles de coitos reprouctivos en su vida. Eso conduce a que sean los hombres los que compiten entre ellos por acceso a esos recursos escasos, y por eso el cortejo tiende a ser iniciado por los hombres.

A su vez, como la biología de la mujer oculta el momento de la máxima fertilidad (al revés de otras especies, en que la máxima fertilidad se da con signos físicos externos visibles), pues la ovulación se produce aleatoriamente al interior del ciclo ovulatorio entre el día 6 y el 20, los hombres nunca podían estar seguros de su paternidad, y como no querían cuidar hijos de terceros, se preocupaban especialmente de que su pareja fuera poco promiscua. (Hasta el día de hoy entre las mujeres cuando quieren denostar a una rival se refieren a ella como "puta" que quiere decir promiscua, pues eso la hace menos atractiva como pareja a la psiquis evolucionada de los hombres). El hecho que los hombres compitan entre ellos por acceso al sexo (o por la inversión maternal si Uds. quieren) se debe a la biología recién descrita, porque en las pocas especies en que la mayor inversión parental la hace el macho (como en ciertos caballitos de mar y pulpos) entonces son las hembras las que compiten y acosan a los machos. (Al final es un problema de ecasez de recursos).

Las mujeres buscan en los hombres, simplificando, 3 cosas: aspecto físico, sinónimo de buenos genes para traspasar a sus hijos, estatus (jerárquico, financiero o de poder) que asegura un mejor futuro para su prole y disposición a la inversión paternal (que sea un buen padre). Los hombres buscan juventud (sinónimo de fertilidad), compiten por desplegar esas cualidades , particularmente por el estatus, y por eso trabajan tanto, para tener más dinero, para tener una mejor casa o auto, para escribir las mejores novelas, o pintar los mejores cuadros, o tener las mejores publicaciones científicas, etc. Ese esfuerzo es el combustible que alimenta el continuo avance de la humanidad a tener más bienes, a desarrollar nuevas tecnologías, etc. Eso hace que los hobres sean, en promedio, más agresivos, más competitivos, que les gusten las posiciones de dominancia, todo ello mediado a través del sistema hormonal. (los hombres están envenenados por testorena, según mi señora)

A las mujeres, en cambio, el riesgo no les paga; por el contrario, lo que le conviene es no correr riesgos, porque ello puede afectar a su prole. El hombre puede tener miles de coitos reproductivos, y la mujer un máximo de 8, como ya vimos, y por lo tanto, no puede malgastarlos.

Y así podría continuar con las diferencias en lo que produce más celos o en la elección de tranajos. Todas estas diferencias conducutales no son culturales, Todas ellas provienen de la biología recién descrita.

¿Creen Uds. que las diferencias entre hombres y mujeres son consturidas socialmente como dice el Sernam, o tendrá algo que ver la biolog´+ia de la especie como acabo de insinuar?

lunes, octubre 16, 2006

Más sobre Vernon Smith y la Economía Experimental

Vernon Smith no es un economista típico. No solo por la vistosa “cola de caballo” con que recibió el Premio Nobel de Economía en 2002, sino también porque en sus charlas cita a Hayek, Hume o Adam Smith más que a sus colegas contemporáneos, porque se dedica a la economía experimental – Paul Samuelson mantuvo hasta la octava edición de su texto en 1985 que “los economistas no pueden hacer experimentos” – y porque sus trabajos hacen referencia a la psicología evolucionaria, la neurociencia y los resultados de experimentos con monos capuchinos y chimpancés. Además comenzó su carrera siendo socialista y ahora es un ardoroso partidario de los mercados.

Su infancia transcurrió en Kansas durante la Gran Depresión y fue su madre socialista quien inspiró sus primeras posturas políticas. En Harvard, su profesor E.H. Chamberlin hacía experimentos en los que los sujetos no eran capaces de encontrar el equilibrio competitivo, lo que hablaba a favor de su propia teoría de la competencia monopolística. Cuando Smith comenzó a hacer clases en Purdue, decidió cambiar el marco institucional del experimento de Chamberlin y simular un remate doble con vendedores y compradores como los que se dan en las bolsas de comercio. Sus resultados fueron sorprendentes. No sólo los sujetos encontraban el equilibrio competitivo en pocas iteraciones, sino que además sólo requerían cuatro o cinco participantes - cada uno con información dispersa de ese mercado - para que ello ocurriera. ¡Hasta el día de hoy los profesores de microeconomía enseñan que los mercados para operar eficientemente requieren infinitos actores e información perfecta! La naciente economía experimental mostraba que las condiciones para que los mercados funcionaran podían ser relajadas enormemente: bastaba un marco institucional adecuado, información dispersa entre unos pocos actores y que éstos tuvieran el “software” mental - heredado evolucionariamente - de querer maximizar las ganancias como vendedores o compradores, para que surgiera el orden espontáneo y los sujetos “descubrieran” el precio de equilibrio, es decir, aquel en que a cada uno le va lo mejor posible dado lo que todo el resto trata de hacer. Esto es precisamente lo que decía Hayek. Hace sólo diez años que Smith comenzó a releer a Hayek con detenimiento y a apreciar la profundidad de sus intuiciones y escritos. Esos resultados han sido ratificados cientos de veces en otros tantos experimentos adquiriendo una bien fundada robustez.

En otros juegos, como el del ultimátum o del dictador, que examinan la disposición a compartir una cantidad de dinero entre dos sujetos, Smith pudo constatar que las personas se comportan de manera más egoísta o más colaboradora, dependiendo del contexto en que desarrolla el juego. Si se trata de interacciones sociales, las personas tienden a ser más cooperadoras, y basan su comportamiento en la reciprocidad, y, a medida que las situaciones se hacen más impersonales, las personas tienden a ser más egoístas y competitivas. En las primeras las personas intercambian favores y en las segundas intercambian bienes y servicios; de ahí que la frase de Adam Smith “los seres humanos tienen una tendencia innata al comercio, trueque o intercambio” tiene una validez más universal que la que le dio su autor, si a los bienes y servicios se agregan también los favores.

En los juegos de confianza, los profesores de teoría de juegos siguen los supuestos de la teoría que enseñan, es decir, que las personas maximizan sus intereses en cada intercambio. Sin embargo, terminan con menos dinero que quienes siguen las disposiciones conductuales de reciprocidad, basadas en la confianza. ¡Esos rasgos, diseñados por selección natural, dan mejores resultados que las construcciones teóricas de los investigadores! Es la teoría la que debe ser corregida a la luz de los datos experimentales.

Los monos capuchinos, cuando ven que el experimentador premia a algunos con una uva en vez de un pepino por traerles un objeto (se sabe que la uva es más apetecida que el pepino), se rebelan y arrojan el pepino lejos, como si tuvieran un sentido moral respecto de lo que es justo. Estos experimentos, no realizados por Smith, y otros sí realizados por él, validan la frase de Hume, quien dijo “las reglas morales no son el resultado de la razón”, sino que están mucho más íntimamente ligadas a nuestras inclinaciones instintivas.

Los experimentos de Vernon Smith validan a los mercados, y a las intuiciones de Hume, Adam Smith y Hayek, con evidencia que ha sido reportada, es contrastable y repetible. Lo que Smith ha mostrado no es sólo válido en economía sino en general en todas las ciencias sociales, y, más aún, permite establecer vínculos entre ellas no antes descritos.

viernes, octubre 13, 2006

Confianza y Naturaleza HUmana

Hace un par de semanas estuvo en Chile el Premio Nobel de Economía 2002, Vernon Smith, invitado por el CEP. Como yo lo conocía desde el 2001 cuando lo invité a Chile a un ciclo de conferencias que organicé ese año, aproveché de invitarlo a comer a la casa con un grupo de destacados invitados. Fue un verdadero privilegio.

Smith es una de las personas que desarrollaron la economía experimental, una disciplina que ha permitido averiguar más sobre los comportamientos humanos en el área económica.

En la conferencia que dio en el CEP contó el siguiente experimento, llamado el juego de la confianza o "trust game". Supongan Uds. un juego en que hay dos personas. El juego consiste en ofrecerle la oportunidad de jugar a la primera de ellas, a quien se le entregan veinte billetes de mil pesos, y se le dice que tiene que elegir entre dos opciones:

a) la opción 1, que implica repartir esos veinte billetes con el otro jugador de manera equitativa. (10 billetes para cada uno), o

b) la opción 2, que significa darle el turno al jugador 2.

A su vez, cuando el jugador 2 recibe el turno, los veinte billetes de mil pesos se duplican a 40 billetes, con los cuales tiene también dos opciones:

i) entregarle 15 billetes al jugador 1 y quedarse con 25 billetes, o bien,

ii) quedarse con los 40 billetes y no entregarle nada al jugador 1.

¿Cómo se comportan las personas cuando se enfrentan a este juego? ¿Cómo deberían comportarse?

Bueno, la teoría de juegos dice que el jugador 1 debería repartir los 20 billetes con el otro jugador, para no correr el riesgo que éste, a continuación, se quede con todo el dinero. En la jerga de la teoría de juegos, se dice que la opción a) se llama "estrategia dominante", o de equlibrio de Nash, porque jugar algo distinto no asegura mejorar ese resultado (de hecho lo que puede ocurrir es emperorarlo, terminando el jugador que no sigue esa estrategia sin nada). Es, por lo tanto, la mejor opción.

Pues bien, cuando se hacen experimentos con estudiantes de pregrado sometidos a este juego, los resultados son interesantes:

La mitad de los sujetos efectivamente elige la opción a) como predice la teoría, y la otra mitad permite a 2 jugar. Y, curiosamente, cuando eso ocurre, sólo el 25% de los jugadores 2 se queda con los 40 billetes, pues el otro 75% elige repartirlos entregándole 15 a 1 y quedándose con los otros 25.

¿Qué signfica eso? ¿Qué está pasando? La interpretación de Smith es que como las personas tenemos la capacidad de "leer" la mente de otros, (en jerga científica eso se llama teoría de mente o theory of mind) los jugadores 2 se dan cuenta que les toca jugar sólo porque los jugadores 1 tuvieron confianza en ellos, sacrificando la seguridad de quedarse con 10 billetes, en la esperanza de obtener 15. A su vez, los jugadores 2, actuando con reciprocidad, les devuelven el favor repartiendo los billetes entre ambos (en un 75% de los casos) y sólo se aprovechan de la situación en un 25% de los casos.

Pero, escuchen esto. Smith también ha realizado el experimento con profesores de teoría de juegos. Y, ¿saben qué pasa? Lo que sucede es que ellos lo juegan conforme a la teoría que enseñan, y, por lo tanto, todos reparten los veinte billetes con el otro jugador y nunca le dan la oportunidad al jugador 2 que juegue, para que no tenga la opción de llevarse todo. En consecuencia, como dice Smith, los profesores de teoría de juegos terminan con 10 billetes cada uno, y, en cambio, los estudiantes de pregado terminan, cuando son jugadores 1, con 11,25 billetes en promedio (25% de las veces sin nada y 75% de las veces con 15) y los jugadores terminan, en promedio, con 28,75 billetes (25% de los casos con 40 y 75% de los casos con 25). Es decir, a los profesores de teoría de juegos, que juegan conforme a la teoría, les va más mal que a las personas que juegan conforme a sus instintos de reciprocidad, aprendidos evolucionariamente a través de las generaciones.

¿Cómo es posible que la evolución por seleccioón natural, que instaló la reciprocidad en nuestra circuitería neuronal, genéticamente transmitida, sea superior a la teoría desarrollada por grandes matemáticos, que utilizan la razón y demuestran teoremas?

Bueno, lo que ocurre es que la teoría parte de supuestos errados. La teoría de juegos supone que las personas siempre se comportan tratando de maximizar oportunísticamente los resultados de cualquier interacción. Y lo que la psicología evolucionaria ha demostrado es que las personas también se comportan con reciprocidad, o, de acuerdo a los que biólogos llaman altruismo recíproco. Esto quiere decir que las personas intercambiamos favores, ayudamos a otros y luego recibimos favores de vuelta, les prestamos nuestra máquina de cortar pasto al vecino y luego él nos pasa las entradas para el fútbol cuando debe salir fuera de la ciudad, pero también, cuando invitamos a nuestros amigos a comer y nunca recibimos una oinvitación de vuelta, dejamos de invitarlos. Las amistades y el amor, se basan en la reciprocidad; no hay amistad o amor unilateral (salvo con los hijos). Por eso tenemos protocolos de interacción que indican que reconocemos cuando las personas nos hacen favores, o sea, situaciones que les significan algún costo a ellos y un beneficio para nosotros. Por eso decimos gracias, con permiso o perdón cuando interactuamos con nuestros semejantes.

Más aún, ¿saben cómo se dice gracias en portugués? En efecto, se dice Obrigado, o sea, "obligado", que indica que uno queda obligado (a devolver el favor) a alguien cuando lo ha recibido. Eso muestra lo instintivo que es el comportamiento con reciprocidad.

Es cierto que muchas veces nos comportamos de manera egoista, y qeremos sacarle el máximo de provecho a las situaciones, pero hay otras en que actuamos con reciprocidad. De hecho, cuando a las personas se les presenta la opción de repartir 40 billetes de dos formas (15-25 o bien 0-40), sin que previamente un jugador 1 haya tenido que elegir permitir esa opción, como en el juego anterior, entonces la mayoría elige quedarse con 40. O sea, en realidad, el 75% de las personas actúan con reciprocidad sólo si vieron que esas personas se hicieron acreedoras a ello previamente.

Una intersante "insight" sobre la naturaleza humana.

viernes, septiembre 15, 2006

Reflexiones Educacionales Californianas

Montecito es un pueblo situado sobre la costa, contiguo a Santa Barbara, California, unos 140 kms. al norte de Los Angeles. Tiene el sabor español-norteamericano de toda esa zona, mezcla de la herencia arquitectónica que dejaron las misiones franciscanas del siglo XVIII, los nombres en español de las localidades de ese estado y la indudable influencia de la cultura norteamericana que llegó ahí a mediados de los años 1840.

El Montecito Inn, es un pequeño hotel construido en 1929 por un grupo de inversionistas encabezados por Charles Chaplin, y recrea el ambiente de esa época, obviamente complementado con los elementos tecnológicos actuales. Fue el hotel que inspiró la canción "There's a small hotel" con la que Frank Sinatra seduce a Rita Hayworth en la película "Sus dos Cariños", (en la que el otro carinño era Kim Novak), el mismo film en que se popularizó e inmortalizó la canción "The Lady is a Tramp" y "My Funny Valentine". Los comensales de su estupendo restaurant son gente que parece en general pudiente, y dan la sensación que son el tipo de personas con que se contactaba Ronald Reagan cuando vivía en California y disfrutaba de su rancho ubicado en las montañas sobre Santa Barbara.

Pero junto con eso, Santa Barbara es una de las sedes de la Universidad de California, con un departamento de física que atrae con regularidad a Stephen Hawking, y un departamento de Antropología que es la sede del Center for Evolutionary Psychology que lideran John Tooby y Leda Cosmides, dos autoridades del tema y quienes acuñaron el término "Evolutionary Psychology" en el mundo. De modo que Santa Barbara y Montecito tienen una mezcla de intelecutalidad y dinero tan propio de EE.UU., en un ambiente propicio para la innovación y el experimento.

Eso es lo que se observa en su ámbito educacional. Tuve ocasión de visitar dos colegios privados: el San Roque y el Santa Barbara Middle School. En ambos aprecié una atmósfera educativa distinta a la que estamos acostumbrados. Lo que más me sorprendió es la disposición a considerar a la educación como un permanente experimento y no como un proceso que se desarrolla de acuerdo a lo que está anotado en un libro. Por ejemplo, en uno de ellos me dijeron que uno de los cursos ¡estaba ocupando los días Miércoles para hacer surf! ¿Surf? Bueno, es cierto que hacían surf, pero lo que verdaderamente hacían era un curso de Oceanografía, con estudios de las corrientes marinas, experimentos sobre la formación de las olas, la temperatura del agua, y todo enfocado a desarrollar un trabajo predefinido durante todo el trimestre y a obtener resultados. En otro colegio me contaron que cada trimestre hacían un viaje de una semana en bicicleta o en kayak, en que se combinaba el paseo, con el estudio de la naturaleza, el posicionamiento satelital, la trigonometría, y otros temas relacionados, así como cursos de sobrevivencia en lugares apartados y la ecología de los lugares visitados. También, esos viajes daban lugar a un trabajo y un objetivo a lograr. Está claro que esos cursos no eran chacota, porque los padres no estarían dispuestos a pagar entre 13 y 19 mil dólares al año por tener a sus hijos en esos colegios teniendo la opción de tenerlos gratis en los "public schools" existentes.

Esos colegios se ven a sí mismos como "facilitadores" del aprendizaje que los estudiantes desean tener, porque les parece obvio que no pueden limitar a sus alumnos a los conocimientos del profesor, que son claramente insuficientes a esos propósitos en el mundo en que vivimos actualmente, y, por lo tanto, se preocupan de poner a disposición de sus alumnos los elementos que les puedan servir de guía a sus intereses. La educación la consideran un proceso de constante experimentación, porque saben que no existe un único método para que ésta sea exitosa. Esta es una aproximación opuesta a la que existe en nuestro país, donde el ministerio de educación pone las pautas de lo que se debe enseñar, las horas de clase por materia, las materias que se deben incluir, etc. El tema de la disciplina en esos colegios se trabaja sobre la base programas de discusión que ellos llaman "agreements and expectations" (acuerdos y expectativas) en los que discuten las cosas que se pueden hacer y las que no, se le da un sentido a lo que se considera inadecuado, y se logran acuerdos de comportamiento al respecto.

Sin entrar a la discusión sobre las políticas públicas necesarias para desarrollar una buena educación, ni si ese tipo de educación se puede aplicar o no en Chile, y ni siquiera si es buena o mala, quisiera rescatar la importancia de considerar a la educación como un proceso intrínsicamente experimental, como punto de partida para el debate que queramos hacer respecto a la educación, e independiente de si podemos actuar acorde con ello o no.

Después de esa visita a Santa Barabra-Montesito y apreciar la sofisticación del lugar, el buen clima y las extraordinarias playas y acantilados con que está provista, vuelvo a decir que, en algunos sentidos, California sigue siendo la "tierra prometida".

jueves, septiembre 14, 2006

Limpieza, Polución y Religión

¿Se han preguntado por qué el tema de la polución ha tomado tanta fuerza en el último tiempo?, o ¿por qué nos lavamos las manos antes de comer?, o ¿por qué nos duchamos en la mañana?, o ¿por qué nos cambiamos la ropa cuando tiene ésta tiene una mancha de tinta, a pesar que eso no cambia en nada su utilidad como vestimenta?

Pareciera, a primera vista, que las dos primeras preguntas tienen un tipo de respuesta y las dos segundas uno diferente: la polución nos preocupa porque el aire que respiramos, el agua que tomamos o el suelo que tocamos, si están contaminados, pueden provocar daño a nuestra salud; asimismo, nos lavamos las manos porque si están sucias y comemos nos podemos contaminar con los agentes patógenos con que ellas estuvieron en contacto; en cambio, nos duchamos, a pesar que el no hacerlo no nos provocará daño a nuestra salud, porque no nos gusta "estar sucios"; lo mismo ocurre con la mancha de tinta de la ropa, nos molesta su suciedad, aunque eso no afecte su uso como vestimenta.

¿A qué voy con todo esto? En El Mercurio del Martes 12 de Septiembre, hay un nota que se titula "Lavarse las manos también limpia la conciencia". En ella se dice que muchas religiones ocupan el agua para liberar simbólicamente a los creyentes de sus pecados, como el bautismo entre los cristianos o el lavado de pies de los musulmanes antes de rezar. También dice que el personaje lady Macbeth de Shakespeare esperaba liberarse de la culpa por la muerte del rey Duncan con unas gotas de agua. Pero además dice que eso es así porque dos científicos de un equipo de investigación de las Universidades de Toronto y Chicago publicaron en la revista "Science" experimentos que insinúan que las personas logran, por medio de la limpieza del cuerpo, una absolución moral, es decir, logran limpiar su conciencia.

En una entrada anterior de este blog menciono que, de acuerdo al libro de Pascal Boyer, las creencias religiosas, es decir las creencias en seres sobrenaturales, se fijan con facilidad en nuestra mente porque son ideas que gatillan mecanismos inferenciales para los que la mente está particularmente adaptada. Uno de esos mecanismos es la idea de limpieza, de quitar lo poluido, de evitar lo sucio, como los ejemplos que aprecen en el artículo de El Mercurio, y casi todas las religiones hacen uso de él.

Ahora podemos comenzar a ver la conexión de todas estas cosas. Los seres humanos tenemos una disposición conductual a mantenernos limpios, porque aprendimos evolucionariamente - es decir, los que así se comportaban tenían más éxito reproductivo que el resto, pues se enfermaban menos - que no hacerlo podía tener consecuencias nefastas en nuestra salud. Por eso nos preocupa la polución y nos lavamos las manos para comer. Pero como lo que aprendimos evolucionariamente es buscar lo limpio (y no a evitar enfermedades porque nuestros antepsados ni siquiera sabían qué era eso), nos gusta la limpieza aunque no estarlo no afecte directamente nuestra salud, como cuando nos duchamos a pesar de no estar especialmente sucios, o no nos gusta la mancha de tinta en la camisa, a pesar que esa camisa cumple el resto de las funciones de vestimenta sin complicaciones. (Algunos dirán que, en realidad, lo que nos pasa es que nos da verguüenza mostrar nuestra camisa sucia ante terceros, pero eso es así justamente por la misma razón, porque a la gente no le gusta la suciedad y nosotros no queremos que otros nos vean así).

Ahora bien, si tenemos esa disposición natural a preferir las cosas limpias a las sucias, y si la ciencia nos está diciendo que el lavarnos además nos da la sensación de limpiar nuestras conciencias, entonces resulta mucho más claro entender por qué Charles Boyer dice que entre las cinco características que hacen que las creencias religiosas se fijen a la mente con gran facilidad e infecten a otras con esa misma facilidad, está el utilizar la limpieza como elemento asociado a sus prácticas.

En otras palabras, como la limpieza está evolucionariamente relacionada con la limpieza moral, como lo muestra la revista Science - seguramente a través de su relación con la higiene y la salud - ello hace comprensible que sea un elemento utilizado, en forma inconciente, por casi todas las religiones. ¿Qué les parece?

viernes, septiembre 01, 2006

Barrio Rojo y Dulces Chilenos

Cada vez que paso por un peaje de las autopistas concesionadas que salen de Santiago me pasa lo mismo. Me molesta profundamente la oferta de dulces chilenos en las zonas cercanas a éste, porque las vendedoras – algunas veces son también hombres (ver Idioma y Género de este blog) – se paran en la berma con los plumeros con que intentan atraer clientes, sin consideración alguna por la seguridad de sí mismas ni de los automovilistas. Siempre me digo que la dificultad para hacer cumplir esa regla básica es una señal de subdesarrollo, especialmente cuando se ha hecho un esfuerzo importante por transitar hacia el desarrollo, al invertir en subir los estándares de las carreteras interurbanas. Mi molestia se acrecienta cuando llega el momento de pagar el peaje, y se acercan más vendedoras a ofrecerme dulces chilenos, especialmente en aquellos casos en que se previó como parte del diseño de la carretera una zona especial para vender esos dulces, con estacionamiento, puestos de venta y protección contra el sol y la lluvia. Pero no, ellas (os) ignoran ese lugar e insisten en ocupar las bermas y las llegadas y salidas del peaje. Entonces bajo el vidrio y les digo que no, que no les voy a comprar, porque ese lugar no es para eso, y cierro el vidrio con aire “selfrighteous” del que rápidamente me arrepiento, y comienzo un proceso de reflexión de por qué las vendedoras no ocupan la zona construida para ellas y prefieren desafiar los estándares que yo les exijo en mis cavilaciones. Y como siempre, concluyo que ellas calculan que no pueden satisfacer a sus clientes de la manera que la autoridad les propone, y por eso ofrecen sus dulces en la berma, porque creen que ahí pueden ser más exitosas.

Entonces me imagino que una cosa similar ocurrirá con la idea de construir un barrio rojo, donde se pueda concentrar la oferta de comercio sexual de Santiago, ¿Por qué querrán las (os) trabajadores sexuales trasladarse al barrio rojo y no seguir ofreciendo sus servicios donde piensan que a sus clientes les es más conveniente? ¡Qué diferencia tiene el barrio rojo con los estacionamientos con puestos de venta de dulces chilenos? Y concluyo que si en Santiago no hay un barrio rojo que por tradición resulte de manera natural el lugar donde se realice el comercio sexual de Santiago, lo más probable es que esa iniciativa termine consumiendo fondos fiscales sin modificar la conducta de los participantes del dicho comercio.

La conducta de oferentes y demandantes de comercio sexual es demasiado fuerte como para sea cambiada por normas arbitrariamente introducidas por los burócratas de la planificación urbana. Por algo la prostitución sigue existiendo a través de los siglos y por algo la oferta es mayoritariamente femenina. Hay poderosas razones evolucionarías para que así sea, las mismas que hacen prosperar a Playboy y fracasar a Playgirl. ¿Se han preguntado Uds. por qué el desnudo femenino atrae más a los hombres que el desnudo masculino a las mujeres? Todas esas cosas - profundamente arraigadas en pa psiquis evolucionada de los humanos - que hacen tan difícil erradicar la existencia del comercio sexual hacen muy difícil que éste se pueda canalizar artificialmente a un barrio rojo

miércoles, agosto 30, 2006

¡¡¿Qué le pasa a Escalona?!!

Camilo Escalona es un senador socialista chileno, presidente de su partido, y que se ha caracterizado por ser un político responsable, que da gran importancia a la gobernabilidad - él fue quien dijo, después de la elección presidencial que había ungido a Michelle Bachelet como primera Presdienta de la República y que había dejado dañada a la DC, "tenemos que hacer todos los gestos que sean necesarios para mantener a la DC en la Concertación" - fue él quien, a pesar de su pasado en el PAIS, conglomerado transitorio de izquierda fuera de la Concertación, había estado de acuerdo con el balance estructural de Eyzaguirre, algo difícil para su origen ideológico, y que, en fin, se había propuesto apoyar a Bachelet y dar sustento a su gobierno.

Sin embargo, en estos últimos días, su retórica ha cambiado radicalmente: ha criticado con duros epítetos a Allamand por defender la inconstitucionalidad del cambio de la definición de empresa ante el Tribunal Cosntitucional (TC), ha dicho que eso debe haber puesto muy feliz a todos "chupasangre" de este país, que Allamand debería actuar en la teleserie "Los Descarados" por apoyar la ley de subcontratación pero oponerse al cambio de la definición de empresa, y ha dicho que el TC se ha constituido en un poder fáctico que pretende actuar en contra de los deseos de la mayoría parlamentaria, es decir, de la mayoría de la población.

Ese lenguaje le hace mal al país, porque fue ese tipo de lenguaje que condujo a la radicalización de la política y de las posiciones, y él lo sabe; también sabe, porque es una persona inteligente, que maneja bien la retórica, que sus argumentos no se sostienen. Entonces, ¿por qué lo hace?

Yo creo que hay dos razones: la primera, porque él debe estar necesitando apoyo en las bases socialistas - y eso puede ser transitoriamente más importante que la gobernabilidad amenazada -, y a esas bases ese lenguaje le encanta. Por eso, no ha querido desdecirse, y ha reiterado todos y cada uno de sus dichos. En efecto, a los socialistas de viejo cuño el vocabulario actual les debe parecer de mal gusto. Ahora se habla de emprendedores, cuando realmente debería hablarse de chupasangres, según ellos; ahora se dice, luego de la última reforma, que la constitución se ha legitimado, en circunstancias que debería decirse que sigue teniendo "enclaves autoritarios" como el TC. Además, él (Escalona) debe apoyar a Bachelet en su decisión en contra del puente sobre el canal de Chacao, y simultáneamente es senador por la X Región, de modo que de alguna manera tiene que encontrar una manera de desmarcarse de ese exceso de prudencia financiera, que más parece de derecha que de socialista para las bases.

La segunda razón, pienso yo, es que ese lenguaje a Escalona le resulta natural. El siempre ha sido apasionado en su retórica. En ella se formó, y ese ha sido su estilo. Hace un par de meses, cuando vino Fukuyama a Chile, él estaba en un panel comentando su exposición. Su lenguaje fue agresivo, exaltado, poco riguroso, y por lo tanto, extraño para mí, que había aprendido a admirar su prudencia y responsabilidad política. Pensé en ese momento, que quizás ese era estilo natural de Escalona, como el que ocupaba en un programa de televisión en que se enfrentaba a Hermógenes, y que, además, esos comentarios estaban siendo recogido por la prensa, y no se podía permitir comentarios académicos sin filo y son énfasis. Pensé que su prudencia y responsabilidad correspondían a un esfuerzo que hacía por realismo político, aprendido luego de la Unidad Popular, su paso por Alemania Oriental y sus reflexiones en el exilio.

Si ello es así, es posible que Escalona vuelva a la normalidad, una vez logrado el posicionamiento que busca en sus bases. Si no, habrá que buscar otras razones para explicar su comportamiento.

Recuerdo que cuando yo era estudiante secundario, no consideraba aceptable que se criticara el discurso de otras personas en términos de sus motivaciones psciológicas - como lo estoy haciendo ahora con Escalona - y no por el mérito del contenido de sus dichos. Pero, en ese tiempo no había destinado tanto tiempo a pensar en los orígenes evolucionarios de nuestras disposiciones conductuales como ahora, y ello me permite afirmar que esa manera de analizar lo que la gente dice, no sólo es válido, sino que muchas veces es más válido que analizar el rigor de su argumentación.

domingo, agosto 27, 2006

Biotecnología: algunas reflexiones más allá de la bioética

La Fundación para las Ciencias de la Vida que preside Bernardita Méndez y en la que también participa su esposo, el Dr. Pablo Valenzuela, Premio Nacional de Ciencias, invitó a un grupo de personas a un Taller que se extendía durante tres días seguidos, con sesiones de 4 horas cada día - totalizando 12 en total - para hacer experimentos en biotecnología y discutir sus alcances e importancia para el desarrollo eocnómico del país. Tuve la suerte de ser uno de los invitados. En él usamos "tijeras moleculares" para cortar moléculas de ADN, introdujimos un gen de medusa al ADN de una bacteria y de una célula humana, utilizando un plasmidio como vehículo, aprovechamos la llamada reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para multiplicar un gen humano hasta producir 34 millones de sus copias con el objeto de poder secuenciarlo y averguar qué gen era (resultó ser el que sintetiza la hemoglobina) y además discutimos respecto de la importancia de esas técnicas en el desarrollo económico, en especial, el de Chile.

A pesar que los problmas éticos involucrados en su uso - la manipulación genética de organismos vivos, la clonación de seres humanos, la criopreservación de embriones, el uso de células madre para la reposición de órganos dañados y otros que ocupan el debate público en Chile y en otros países - ese no fue la tónica del encuentro. Más bien estuvimos ocupados de usar nuestras manos para desarrollar las técnicas biotecnológicas y entender sus posibles aplicaciones en los campos menos cuestionados, como las vacunas o la producción de alimentos que utilizan menos pesticidas como producto de la manipulación genética. Nos pudimos dar cuenta que, como ocurre con todas las tecnologías, toda la complejidad científica asociada, se reduce - cuando se llega a las aplicaciones tecnológicas - a sencillas operaciones que pueden ser sistematizadas en procesos productivos industriales, cuyos productos finales son valorados por el público, y, por lo tanto, generan actividades económicas apropiables por el sector privado y riqueza en la sociedad.

Pero, simultáneamente con la rutinización de las técnicas y la aparente desdramatización del conocimiento involucrado en ellas, ninguno de los presentes pudimos abstraernos a la maravilla del diseño que estábamos observando. La perfección del traspaso de información, la robustez con que esa información se almacena, la sofisticación de todo el mecanismo celular y los procesos que ello activa en un organismo complejo como un ser humano, compuesto de miles de millones de células, todas operando bajo el mismo principio, no pudo menos que asombrarnos.

Sin embargo, ese asombro se traduce en dos tipos de reacciones: la primera, pensar que ello no puede deberse sino al diseño de un ser superior que armó todo eso, puesto que nuestra mente no es capaz de comprender que ello haya sido posible de lograr de otra manera; la segunda, que ello, a pesar de todo, sigue siendo el resultado de la acumulación de diseño a través de miles de millones de años por medio de un mecanismo que Darwin llamó selección natural. La primera reacción nos conduce a una visión religiosa de la vida y la segunda a una visión naturalista de ella. Darwin tuvo tremendos conflictos interiores, pues se daba cuenta de las implicancias de su teoría y él había sido toda su vida un hombre creyente así como su mujer, que lo era aún más, y ambos formaban parte de la sociedad aristocrática de la Inglaterra victoriana. Ese conflicto impidió que se decidiera a avanzar con más audacia en las conclusiones a las que su teoría conducía, y prefirió no escudriñar de manera muy acuciosa en lo que ello significaba para los seres humanos.

Sin embargo, luego de casi 150 años de haberse publicado "El Origen de las Especies" y casi 200 del nacimiento de Darwin, su visión ha seguido imponiéndose con aplastante persistencia en el cuerpo de conocimientos científicos universalmente aceptados, y ha dado lugar, en los últimos 40 años, y particularmente en los últimos 20, a una explosión de conexiones entre distintas disciplinas - la psicología, la antropología, la sociología, y la política, entre otras - que han adoptado la perspectiva evolucionaria para entender los fenómenos que estudian. Algunas de esas ideas y conexiones he tratado de presnetar en estos comentarios, y espero seguir haciéndolos en el futuro.

De todas formas, el hecho que que la maravilla de la vida sea el resultado de la aplicación persistente de un mecanismo ciego, "sin un propósito que lo guíe ni un cerebro central que lo organice", como describe el filósofo Dennett a la selección natural, no la hace menos maravillosa ni signfica que debamos dejar de asombrarnos. Por el contrario, eso la hace, a mis ojos, al menos, aún más maravillosa y asombrosa.

miércoles, agosto 23, 2006

La Abadía de Fontevraud y el "meme" religioso

La Abadía de Fontevraud se encuentra cerca de Saumur, en el valle del río Loira. Es una zona campestre, bucólica y relativamente aislada. La Abadía es un complejo de varias construcciones y jardines, que incluyen una iglesia, un claustro, diversos salones, varias habitaciones, cocinas y otros recintos para albergar a muchas personas. Data del siglo XII, y contó para su construcción con la generosa contribución de la familia de Anjou, y además con la del rey Enrique II Plantagenet (rey de Inglaterra) y su esposa Eleonor de Aquitania. Ambos están enterrados en la iglesia de la Abadía y las estatuas yacientes de sus tumbas, junto a las de su hijo Ricardo Corazón de León y su esposa Isabelle de Angouleme, son una de las atracciones de lugar. Eleonor, ya viuda, pasó sus últimos años en la Abadía, donde murió y fue enterrada. Su notable historia - nacida en Poitiers, casada con el futuro Luis VII rey de Francia, heredera de los dominios de Aquitania en el suroeste de Francia, divorciada de éste y luego casada con Enrique II, rey de Inglaterra y madre de Ricardo y de Juan sin Tierra - hacen de la Abadía, de por sí, un lugar mágico.

Durante nuestra visita estaba presentándose en un amplio salón del segundo piso una muestra fotográfica de las más importantes abadías del mundo. Todos edificios imponentes, ubicados en lugares aislados y privilegiados, mudos testigos del tremendo esfuerzo que hubo de desplegarse para construirlos, y cuya sola presencia trasladaba nuestra imaginación varios siglos hacia atrás, pensando en lo que ocurriría en las mentes de quienes las idearon, proyectaron, financiaron y construyeron. Ahí estaban Mont-Saint Michel, el monasterio de San Simeón en Egipto, la Abadía de Westminster en Inglaterra, la de Noirlac junto al río Cher, entre muchos otros, pero también fotografías de Al Deir en Petra, Wat Phra Doi Suthep en Tailandia, Erdene Zuu en Mongolia y Kizhi Pogost en Carelia, Rusia. ¿Qué potencia tienen las ideas religiosas para que tantas voluntades se unan para construir esas abadías o monasterios, poner los recursos necesarios para ello, pero, por sobre todo, para habitarlas? ¿Qué fuerza interior generan las creencias religiosas capaces de desatar tal energía en las personas para que instalen esas abadías en lugares tan apartados, muchos de ellos inaccesibles y tantas personas hayan querido vivir ahí a pesar de todo?

Richard Dawkins, el biólogo evolucionario británico, así como Charles Boyer, antropólogo evolucionario francés ("Religion Explained") dirían que ello se debe a que las creencias religiosas, esto es, la creencia en seres sobrenaturales con especiales características, tienen una capacidad asombrosa para "infectar" nuestro cerebro. Esa es la capacidad para pasar de una mente a otra. Se trata de información "cultural", o sea, información que no está encriptada en nuestros genes - como lo está nuestra capacidad para aprender a hablar, para ver en tres dimensiones o para generar la aparición del deseo sexual durante la pubertad -, y que, por lo tanto, es transmitida por aprendizaje, imitación o enseñanza. Dawkins llama a los elementos más esenciales de información cultural "memes" porque su pronunciación en inglés rima con "genes". Estos memes son los que componen las normas morales, legales y penales, las teorías científicas, las obras de arte, las tecnologías, las herramientas y todas las demás obras humanas. Boyer opina que el meme religioso tiene ciertas particularidades que lo hacen que sea muy "infeccioso". Opina que las ideas religiosas activan toda la maquinaria inferencial de nuestra mente, particularmente aquella que desata nuestras emociones, nuestros sentimientos morales y nuestros lazos de cooperación con otros.

En efecto, nuestra mente está siempre dispuesta a adjudicar "agencia" a los eventos que observa, o sea, siempre está dispuesta a suponer que éstos suceden por alguna intención, y las creencias religiosas hacen justamente eso, adjudican agencia o intención a seres sobrenaturales. Además, las ideas religiosas "enganchan" bien con nuestros sentimientos morales, tienen que ver con ellos y nuestras reacciones morales a diversos eventos. Asimismo, las ideas religiosas activan nuestros mecanismos de psicología coalicional - ellos o nosotros - base fundamental de nuestro desarrollo como comunidades y de la distinción amigo-enemigo, necesaria para la sobrevivencia. También, las creencias religiosas incluyen normalmente a los muertos como agentes especiales, lo que gatilla en nuestra mente categorías ontológicas conocidas - las personas - en que uno de sus atributos - el esatr vivos - ha sido violado, y eso es lo transforma en un agente especialmente "saliente" para la mente. Finalmente, las creencias religiosas incluyen ritaules y una separación entre lo puro y lo poluído, que tiene especial afinidad con nuestros sistemas inferenciales. Boyer dice que todas estas caraterísticas de las creencias religiosas hacen que la mente se sienta muy cómoda con ellas, y por lo tanto, dice que las creencias religiosas encuentran en la mente humana un lugar particularmente fértil donde desarrollarse. La persistencia de las creencias religiosas, de cualquier creencia religiosa, se explica, dice Boyer, porque la mente es el mejor caldo de cultivo que alguien pudiese imaginar para ellas.

No resulta tan extraño entonces, cuando uno vista Fontevraud, explicarse que haya habido el grado de religiosidad entre sus habitantes en los siglos XII, XIII o XIV, que estuvieron dispuestos a sufrir el frío del invierno, las dificultades de comunciación con otras regiones, las enfermedades y demás dificultades de una vida aislada del resto del mundo, y todo por mantener vivas sus creencias religiosas. La fuerza del "meme" religioso es una de las cosas que Europa nos recuerda a cada paso, y eso nos lleva a meditar de manera sistemática en el origen evolucionario de las creencias religiosas. Les recomiendo el libro de Boyer ("Religion Explained, The Evolutionary Origins of Religious Thought", Basic Books, 2001)

sábado, agosto 05, 2006

Idioma y Genero

El vuelo entre Madrid y Paris es corto y sobrevuela Europa, de modo que es agradable observar el terreno desde la altura, en especial la salida y llegada a las ciudades. Eso, a menos que uno esté sentado en el asiento del pasillo, como me ocurría a mí en este vuelo Iberia, en cuyo caso uno debe contentarse con observar los pasajeros de a bordo o las revistas que ofrece el bolsillo del asiento que está frente a uno. En esta ocasión preferí la lectura de un artículo sobre la situación en Líbano de un Economist que traía conmigo. En eso estaba cuando sonó el timbre que indica un próximo anuncio desde la cabina y alcanzo a escuchar " …. la comandate de la nave ..". Aguzo el oído para seguir el resto de su explicación, lo que me permite constatar - no sin alguna dificultad, pues su voz es más grave que lo normal - que efectivamente se trata de una comandante mujer. Es la primera vez que me toca una, pienso para mis adentros, mientras ella completa su descripción del plan de vuelo. A continuación, comienza el mismo ejercicio, pero esta vez en inglés. A esas alturas había dejado la discusión personal sobre el Medio Oriente con The Economist y me encontraba absorto reflexionando sobre este hallazgo. La comandante comienza a decir "This is the captain speaking …." y caigo en cuenta que si no es porque ya sabía que era mujer, no me hubiese dado cuenta de inmediato, (por el tono algo ronco de su voz), y probablemente me hubiese demorado en averiguarlo luego de alguna confusión inicial. Qué curioso, pienso, en inglés no hubiese sido posible distinguir por las palabras ocupadas el género del que habla co,o en castellano, a menos que luego el contexto permita averiguarlo, o porque el timbre de voz del hablante lo delate. Bueno, en inglés también puede ocurrir que se utilice la palabra "man" o "men" para referirse a "ser" o "seres humanos" y no porque se esté refiriendo al género masculino únicamente. Pero eso no corresponde a una ambigüedad del idioma, sino a la tendencia a masculinizar las palabras cuando se quiere denotar a una persona en general, y no a una de un sexo particular.

Este fenómeno ya lo había experimentado en carne propia cuando escribí el libro "Evolución … el nuevo paradigma" (Universitaria, 2001), pues muchas veces debí usar la expresión "las personas" o "los seres humanos" o "los individuos" en vez de "el hombre" como cuando uno dice "el hombre ha tenido, a través de la historia…", y lo hice ex profeso, buscando palabras que fuesen neutras y no denotaran un género o sexo en particular. El celo que tuve para no perder la neutralidad sexual lexicográfica, cuando efectivamente me estaba refiriendo a cualquiera de los dos sexos y no a uno en particular, lo mantuve en todo el libro, y no por razones de corrección política – el libro contiene un capítulo completo dedicado a las diferencias evolucionarías entre hombres y mujeres y he escrito bastante al respecto, ganándome no pocos enojos y molestias – sino por precisión de lenguaje. Sólo cuando se hace necesario hacer la diferencia entre hombre y mujer, me parece correcto utilizar las palabras que denotan a uno u otro.

Quien ha hecho un esfuerzo interesante en ese sentido es el filósofo Jesús Mosterín, pues en sus libros ha acuñado las expresión "humanes" para referirse a los seres humanos (humán en singular), que es una palabra neutra desde el punto de vista del género, y que además le permite distinguir a esa especie de otras especies animales, como cuando dice "los primates no humanes", por ejemplo. Los humanes equivaldría a hablar de los chimpacés o las ballenas. Creo que el ejemplo de Jesús debe ser seguido, y, repito, no por resultar políticamente correcto, sino porque es un lenguaje más preciso.

Aunque es posible que algunos quieran explicar esta asimetría en los idiomas para referirse a los géneros mediante complejas teorías sociológicas - y así enfrascarse en interminables discusiones de diversa índole, que más bien denotan la molestia con ese estado de cosas de quien las inicia que un verdadero afán científico para explicarlas -, creo que es preferible corregir esa situación, eligiendo un lenguaje más preciso, como la ha hecho Mosterín, que comenzar una batalla de géneros ¿no crees tú?.

viernes, agosto 04, 2006

Desde Barajas: Progreso y Biología

Estoy en Barajas, de paso a Francia. Llegamos al terminal T4, que es el terminal nuevo, inaugurando a principios de este año, constituido por un terminal principal y uno satélite. El T4 es el terminal de Iberia y One World y el antiguo edifico que alberga a los terminales T1, T2 y T3 sirve a las otras compañías.

Resulta impresionante comprobar, una vez más, el avance de España, que se ve reflejado en la arquitectura, materiales de construcción, tecnologías de iluminación, modernidad de las mangas, ahora transparentes, junto a una transparencia general del edificio, de este nuevo terminal.

Eso lo hace reflexionar a uno respecto de este continuo esfuerzo por "mejorar" que tiene los seres humanos. ¿Por qué no somos como los leones, que una vez conseguida la comida, se echan a dormir, pues se dan por satisfechos? ¿Qué hace que los seres humanos no se contenten con las necesidades básicas, y se dejen llevar por esta carrera desenfrenada que conduce a esta mayor complejización de nuestras sociedades, a trabajar de manera persistente, en faenas cada vez más complejas, en organizaciones que funcionan en redes cada vez más intrincadas?

Nuevamente, la perspectiva evolucionaria nos sirve para entenderlo. Ello, porque uno de las disposiciones conductuales básicas de las personas es el apareamiento. Sin ella, no habría reproducción, y sin reproducción no habrían seres humanos sobre los cuales estamos hablando. Pero el apareamiento requiere hacer elecciones de pareja, tanto por parte de los hombres como por las mujeres. Como ellas controlan las opciones reproductivas, porque el recurso escaso es la inversión maternal requerida en los tiempos ancestrales para poder transformar exitosamente a un óvulo en un ser humano capaz de reproducirse (fecundación, embarazo, parto, lactancia y otros cuidados versus el coito y algo más de los hombres) son los hombres los que aprendieron evolutivamente (es decir, que quedó encriptado en sus genes, a través de las hormonas masculinas) a competir entre ellos por acceso a las mujeres. Es interesante notar que en aquellas especies, que por razones de su biología, es el macho el que realiza una inversión parental mayor que la hembra (algunos peces, pulpos y caballitos de mar) es la hembra la que compite con otras hembras por acceso a los machos. Es decir, este no es unprincipio machista, sino que el sexo que destina más esfuerzo a la inversión parental es acosado por el que destina menos. Hay más demanda por los recursos escasos (la inversión parental intensiva) que por los recursos abundantes (la disposición a tener relaciones sexuales de los hombres, por ej.)

Lo anterior permite entender que esta competencia entre hombres por acceso a las mujeres se tradujo en una competencia por estatus (dado por la riqueza, posición jerárquica en la comunidad o rango social de éste), pues ese factor resulta atractivo a las mujeres, quienes de esa manera aseguraban una mejor opción de sobreviviencia a su prole. Esa disposición conductual de las mujeres también ha sido seleccionada evolucionariamente, es decir, aquellas que sus genes las inducían a sentirse atraidas por personajes de mayor estatus tuvieron más éxito reproductivo que quienes no sentían esa atracción (todo en los tiempos ancestrales en que esas disposiciones conductuales se seleccionaron), y no corresponde a un cálculo frío y racional de las féminas (aunque a veces puede serlo).

Esta competencia de los hombres por estatus, que hoy se manifiesta en el automóvil que se maneja, el barrio donde se vive, la ropa que se utiliza, pero también, la literatura que lee, los concimientos que tiene, lo sofisticado de sus gustos, sus talentos musicales, artísticos o científicos, etc., hace que no les sea posible a los hombres escapar a esta carrera permanente por "progresar". En realidad, ese es el combustible que nos ha llevado desde el Neolítico a la sociedad del Conocimiento, es esa es una de las fuerzas constituyentes más importantes que definen nuestro comportamiento. Es ese vector el que está detrás de la modernidad, sofisticación y tecnología del nuevo terminal T4 del aeropuerto de Barajas.

Delideradamente he puesto las palabras "mejorar" y "progresar" entre comillas, porque el hecho que sigamos ese camino sin retorno, no necesariamente significa un juicio de valor respecto de lo moderno relativo a lo pasado. Sólo indica que nuestras disposiciones conductuales fundamentales nos llevan en esa dirección, y que el seleccionador que dirige a ese vector, es uno que a nosotros nos parece que fuera el progreso o la mejoría, pero que para otros, o para quienes hacen reflexiones más profundas, les podría parecer lo contrario.

Espero seguir comentando desde Francia.

martes, agosto 01, 2006

Fidel Castro: ¿Abrupto final o ensayo general?

Estuve en La Habana a comienzos de año, como parte de una visita turística a esa ciudad y con el natural interés de conocer más de cerca el experimento de Fidel antes que éste desapareciera de escena. Tuve suerte, porque justo me tocaron los días en que él se refirió, en una entrevista de televisión y con la extensión que le es habitual, a los problemas de energía de la isla. No es común verlo en una transmisión en vivo y en directo hablándole de temas no políticos a sus compatriotas. Allí me di cuenta que Fidel no es sólo el jefe de Estado, jefe de gobierno y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, sino que además es el padre de los cubanos, su profesor, su líder, alguien en quien sienten pueden confiar su destino y en quien pueden delegar las decisiones que definen sus vidas. Fidel es casi todo para los cubanos y verlo hablar en televisión pareció ratificarlo.

Por eso, el anuncio que hizo su secretario privado, que había transferido transitoriamente el poder a su hermano Raúl, y a un triunvirato formado por el vicepresidente Carlos Lage, el canciller Felipe Pérez Roque y el presidente del Banco Central Francisco Soberón, me parece que debe haber sido una tremenda noticia en la isla y debe haber impactado fuertemente a sus habitantes. Aún no sabemos cuál es la exacta naturaleza de sus dolencias y cómo eso se traduce en lo que ocurrirá en el futuro cercano, pero podemos especular.

Algunos han dicho que esto sólo puede significar una enfermedad grave y que se acerca el fin de sus días; de otra forma, argumentan, no se comprende que haya dado este paso, sobre todo si se considera la manera como ha disfrutado concentrando el poder durante 47 años. ¿Por qué habría de soltarlo si no se trata de algo extremadamente grave?

Sin embargo, a mí me parece que se trata más bien de un ensayo general del futuro traspaso de poder cuando efectivamente muera o esté incapacitado para seguir. Tengo la impresión que es cierto que ha debido someterse a una intervención quirúrgica, no de tremenda importancia, aunque siempre delicada a su edad, que por ello sus médicos le han recomendado un reposo prolongado de algunas semanas, y que él ha considerado que esta es una buena ocasión - además de una buena excusa - para probar cómo funciona la estructura que él había pensado como continuadora de su obra. Alejarse de la primera línea y observar cómo se desenvuelve su hermano Raúl y el triunvirato que lo acompaña, ver la dinámica que se produce, captar cómo reacciona el pueblo, debe parecerle un experimento adecuado para probar todo el sistema e incluso introducirle algunos ajustes. Por supuesto que todo esto debe hacerlo pensando que su revolución le sobrevivirá por mucho tiempo después de su muerte, porque, si no, ¿para qué tomarse toda esta molestia?

En los próximos días y semanas sabremos qué dirección toma este proceso. De todas formas, será muy interesante seguirlo de cerca, porque, independiente de la simpatía o antipatía pólítica que Fidel despierta, se trata de un personaje complejo e influyente, cuyas reflexiones finales nos servirán para comprenderlo mejor y aprender algo más de la naturaleza humana.

viernes, julio 28, 2006

Encuesta CEP y Presidenta

Un artículo mío publicado en El Mercurio justo el día anterior a las elecciones presidenciales pasadas (10/12/05), y que los invito a leer, parece tener mucha actualidad luego de la última encuesta CEP. Trata de la compleja relación entre liderazgo y género, plantea la perspectiva evolucionaria para tener elementos que ayudan a entenderla - en una visión que resulta hoy en día políticamente incorrecta - e indica las dudas previas a la elección que el liderazgo de Michele Bachelet plantea.

Recibí por ello tremendas críticas en su momento, como la carta al editor que reproduzco más abajo, y rabia en otras personas, pero dado lo que la evidencia empírica está indicando después de esta encuesta, espero que lo que escribí en esa ocasión se mire ahora con ojos menos sesgados.

Luego de pinchar y leer el artículo de más arriba, pueden continuar con la carta al editor mencionada y que aparece a continuación, publicada en el mismo diario el 13 de Diciembre de 2005, y terminada ella, pueden finalizar con mi respuesta al día subsiguiente, a continuación de la anterior.

Carta al editor el 13/12/05


Mujeres y Presidencia


Señor Director :

En un artículo de opinión, Alvaro Fischer intentó, el día previo a las elecciones, poner en duda la capacidad de Michelle Bachelet de liderar una nación por el hecho de ser mujer. Según él, las mujeres carecerían de cuatro requisitos básicos: capacidad de tomar riesgos, asertividad, ambición y la propensión natural a dirigir. Resulta trivial su manera de concebir el liderazgo, cuando los estudios académicos demuestran que éste permanece todavía como un concepto bastante elusivo. Por otra parte, su percepción evidencia cómo el liderazgo en sí mismo es un concepto sesgado por el género: lo masculino permea nuestra comprensión del liderazgo político y ello, está claro en su artículo, tiene implicaciones para las posibilidades y límites que enfrentan las mujeres que obtienen posiciones de liderazgo y la forma en que han llegado a las mismas.

No queremos discutir aquí si de verdad son esas las características que se necesitan para dirigir una empresa o un país. Lo que queremos aclarar es que ellas no son propias de un género y ejemplos sobran.

Las tendencias generales no explican fortalezas individuales, ni siquiera las estadísticas incluidas en el polémico libro de Kingsley Browne.

A medida que se han abierto espacios para la mujer, y antes que ello ocurriera, son miles las que demostraron tener con creces estas cuatro características para bien y para mal.

Varios ejemplos en el mundo demuestran que las mujeres pueden liderar un país con éxito, más allá de los ejemplos que él coloca. Chile siempre usa a Irlanda, Noruega, Polonia, Canadá y Nueva Zelandia como sus ejemplos de futuro, como el lugar donde queremos llegar. Mujeres como jefas de estado llevaron a esos países al lugar donde hoy están.

¿Excepciones a la ley natural?, ¿seres contraevolutivos? Parece más natural creer que las mujeres han evolucionado.

Y esto no corre sólo para las mujeres líderes y reconocidas: ¿existe otro hombre chileno, aparte de Fischer, que crea que las mujeres no tienen una tendencia natural a mandar?

Nos parece mas natural y “evolucionado” juzgar a los candidatos por sus capacidades personales, y no creer que junto con sus zapatos celestes venía un paquete de características predeterminadas para gobernar un país.

Pocos líderes, sean hombres o mujeres, son considerados “grandes”. Las circunstancias en las que la mayoría de las mujeres llegan al poder indican que logran superar barreras impuestas y superar los prejuicios. Una mujer en el poder es inusual. Sólo cuando el que una mujer llegue al poder sea algo normal, se podrá analizar de manera ponderada y adecuada su actuación.

Carmen López Moure
Christine Cervenak
Ma.de los Angeles Fernández

Carta de respuesta mía el 15/12/05

Sr. Director:

En la carta publicada en ese diario, que rebate mi artículo “Liderazgo Femenino y Presidencia”, mis 3 distinguidas contradictoras, probablemente sesgadas por su propia visión de lo que creen es la mía, me adjudican juicios que no he emitido. No puse en duda el liderazgo de Bachelet “por el hecho de ser mujer”, ni dije que las mujeres “carecerían de cuatro requisitos básicos: capacidad de tomar riesgos, asertividad, ambición y propensión natural a dirigir”.

Sí dije que esas características son menos prevalentes en las mujeres que en los hombres, por razones evolucionarias y no culturales. Además dije que por eso, y por su trayectoria, era natural cuestionar (no negar) que Michelle Bachelet las poseyera, y que además ese cuestionamiento era legítimo, especialmente porque si llegaba a ser Presidenta, las necesitaría para tener éxito.

Ellas dicen que, siguiendo mi argumentación, los ejemplos de mujeres que han liderado países serían “excepciones a la ley natural”, “seres contraevolutivos”. Ese razonamiento no es correcto. Sería como decir que dado que la estatura promedio de los hombres es mayor que la de las mujeres, no podría haber mujeres más altas que hombres. Explícitamente di 3 ejemplos de casos de liderazgo exitoso de mujeres en política, (Gandhi, Meir y Thatcher), y podría dar muchos más en la empresa.

Comparto con ellas que sería interesante averiguar si es posible un liderazgo exitoso en política sólo con las cualidades que son más prevalentes en las mujeres – empatía, inclusión, acogimiento y horizontalidad, entre varias otras - y sin los otros rasgos tradicionales del liderazgo. Mi sospecha es que para liderar, los rasgos femeninos citados son valiosos pero no suficientes, complementan, pero no forman parte esencial del liderazgo. Más aún, si eso es correcto, se podría decir que las mujeres que, además de poseer los atributos tradicionales del liderazgo, participen también de aquellos que se dan con mayor probabilidad en su género, serían excepcionales líderes, como las ya mencionadas.

Finalmente, a la pregunta retórica (e irónica) de si habrá otro hombre, aparte de mí, que piense que las mujeres no tienen una natural tendencia a “mandar”, puedo tranquilizarlas. No sólo no debe haber, sino que yo tampoco pienso eso. Sólo participo de la idea (con fundamento científico) que, en promedio, hay menos mujeres que hombres con tendencia natural a “dirigir” o “liderar”, que me parece que no es lo mismo.

viernes, julio 21, 2006

el ave lira y su canto cultural



En general los pájaros emiten cantos de manera instintiva, es decir, que la información para hacer hacerlo está de alguna manera guardada en su código genético, específico de cada especie. Esa información fue seleccionada a través de las generaciones, porque sirvió al proceso de supervivencia y reproducción de ellas, como el canto para aparearse, para alertar a otros de peligros, etc. El hecho que el ave lira sea capaz de imitar sonidos que no existían cuando ese código genético fue seleccionado - por ejemplo, el ruido de una motosierra, como lo muestra este video -, significa que posee los elementos constituyentes de la capacidad para crear cultura, o sea, de manejar información que no se traspasa genéticamente, sino por imitación, aprendizaje o enseñanaza. Esa es una capacidad que muy pocos animales tiene de manera clara, y que los humanos despliegan con particular brillo, a través de sus teorías científicas, códigos legales, morales y penales, obras de arte, creencias religiosas, tecnologías, literatura, etc.

O quizás, en el caso del ave lira, todo esto siga siendo un mecanismo instintivo, también adquirido evolucionariamente, que le indica que haga un "copy" de todo lo que escucha, porque de alguna manera ello le sirvió para sobrevivir y reproducirse. Su capacidad de imitación es, en cualquier caso, fantástica.

América Latina: una espina y una esperanza.

Cuando uno piensa en América Latina, surgen a la mente imágenes de una región caracterizada por sus permanentes promesas de progreso y desarrollo incumplidas, de esfuerzos democráticos frustrados por reversiones autoritarias, en donde la retórica latinoamericanista de apoyo y colaboración mutua abunda, pero donde la práctica diaria permanentemente la desmiente. (Para ilustrarlo, basta ver la situación energética latinoamericana, con abundancia de productores y consumidores, pero sin que el flujo interpaíses que satisfaga esas demandas se produzca: Bolivia no le vende "ni una molécula de gas" a Chile por su disputa marítima , Argentina no cumple sus contratos con Chile, a pesar de su alianza estratégica con éste, Brasil le paga un precio muy por debajo del valor de mercado a Bolivia por su gas, como si mereciera ser subsidiado por un país con las dificultades económicas de Bolivia, Perú está pensando vender su gas a México, entre muchos otros ejemplos).

Asimismo, este es un continente donde sus líderes se preocupan más de reelegirse que de establecer instituciones que conduzcan al progreso. En resumen, América Latina transita una especie de permanente mediocridad, con avances lentos y discontinuados, y, por lo tanto, con poblaciones frustradas, que manifiestan una creciente desconfianza hacias los políticos tradicionales.

Ultimamente, esta especie de caos institucional, esta obsesión por elegir caminos de desarrollo alternativos a los que probadamente han funcionado en el primer mundo y en los países que lo han alcanzado en el último tiempo, de insistir en los liderazgos personalistas, que no construyen institucionalidad sino más bien arbitrariedad autoritaria, toma cuerpo en los gobiernos de Chávez en Venezuela, Morales en Bolivia y Kirchner en Argentina. Todos ellos usan una retórica de mediados del siglo pasado para transmitir sus ideas de desarrollo, con actuaciones que son crecientemente más personalistas. (En rigor, Morales todavía tiene algo de tiempo en el que se le puede otorgar algo del beneficio de la duda).

En ese poco halagüeño escenario surge, por primera vez en mucho tiempo, una visión más optimista. En efecto, en Perú fue elegido Alan García, quien hace 20 años hubiese sido un ejemplo de los malos hábitos recién mencionados, pero que en esta ocasión, quizás porque ya está peinando algunas canas en las sienes, parece haber comprendido cual es la estrategia correcta para el desarrollo, que él la resumió diciendo que quiere copiarle a Chile, que quiere competir con Chile y que quiere ganarle a Chile. Es la primera vez que un gobernante de izquierda en Latino América afirma explícitamente que el modelo chileno es el correcto, lo que no es un hecho menor.

Pero, ¿cuál es ese modelo? Ese modelo no es más que el fundado en una democracia representativa, apoyado en una economía de mercado abierta al mundo, inserta en una economía globalizada, comerciando con todos y no protegiéndose de todos, construyendo instituciones impersonales que fortalecen las libertades individuales y armando redes de protección para los ciudadanos más desvalidos. Esto significa abandonar el proteccionismo brasileño o argentino, el personalismo y autoritarismo chavista, la estatización boliviana, o el fallido experimento socialista castrista.

El hecho que García se haya sumado a ese esfuerzo chileno - que ya lleva más de 15 años de trabajo en democracia, pero 30 años de esfuerzo económico contando las reformas económicas ocurridas durante el gobierno militar -, que la Colombia de Uribe también transite ese camino, que El Salvador esté una siguiendo una senda similar, y que el México de Calderón es partidario de esa misma vía, comienza a perfilar un cuadro distinto en América Latina. Surge un sector, el extremo occidental de América Latina, constituida por Chile, Perú, Colombia, El Salvador y México, que estaría adscribiendo a las reglas modernas para lograr el desarrollo y que no por casualidad, es el sector que mira al Asia Pacífico.

Así mirado, pareciera que una espina se hubiese clavado en América Latina desde el norte, que nace en Cuba y que de allí se incrusta en Venezuela y llega hasta el corazón del continente en Bolivia, dividiéndolo en 3 partes. La occidental, recién mencionada, que estaría siguiendo la senda correcta; la central, con Cuba, Venezuela y Bolivia, que está herida por esta espina y gobernada por una izquierda que podríamos caracterizar como populista, y la oriental, con Brasil y Argentina, gobernada por una izquierda que podríamos calificar de proteccionista.

Si Chile y Perú siguen por el camino de crecimiento de los últimos años, y México logra salir de su letargo foxista, luego de recuperar la democracia, es posible que finalmente América Latina como un todo tenga un modelo al que puedan adherir el resto de los países de la región, y comenzar a transformarse en un continente que comience a cumplir las promesas que muchos le auguraban el el siglo XIX. Es muy temprano para saberlo, pero es al menos una esperanza, luego de tantos años de frustración.

miércoles, julio 19, 2006

Saludo Inicial

Hoy día, 19 de Julio de 2006, inauguro mi blog, con la ayuda de mi coach, Gabriel Bunster.